La jefa del Servicio de Rehabilitación en Osteoporosis del Instituto Nacional de Rehabilitación “Dr. Luis Guillermo Ibarra Ibarra” (INRLGII), Karen Daniela Arguijo Muñiz, dijo que la osteoporosis es una patología ósea metabólica, sistémica y progresiva que compromete la resistencia ósea, lo cual aumenta el riesgo de fracturas.
Se estima, señaló, que a nivel global existen 500 millones de personas con osteoporosis; muchas de ellas lo desconocen.
La especialista indicó que, en fases avanzadas de osteoporosis, los huesos pueden fracturarse con simples acciones como levantar un objeto o cambiar de posición en una silla; es decir, ante impactos de baja energía.
En México, una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufren osteoporosis, por lo que es necesario prevenir y tratar esta enfermedad, puntualizó.
En este sentido, y con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis que se conmemora el 20 de octubre, la especialista Karen Arguijo precisó que el desarrollo de esta patología depende de factores modificables e inmodificables.
Entre los inmodificables destacó el género, en virtud de que hay mayor prevalencia en mujeres; la edad avanzada, la herencia genética y el biotipo caucásico, así como un índice de masa corporal (IMC) bajo.
Señaló que las personas con comorbilidades también presentan más riesgo para el desarrollo de osteoporosis. Entre las patologías asociadas se encuentran artritis reumatoide, lupus y diabetes mellitus de larga evolución; en las mujeres la menopausia y la consiguiente deficiencia estrogénica también son factores determinantes.
Dentro de los factores modificables, continuó la especialista del INR, se encuentran los hábitos dietéticos inadecuados, sedentarismo, tabaquismo e ingesta excesiva de alcohol y café.
En entrevista, el jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” (HGMEL), Juan Antonio Peralta Calcáneo, indicó que el diagnóstico de osteoporosis o de su fase previa, —osteopenia— se realiza mediante la densitometría ósea, un estudio no invasivo que evalúa la calidad ósea.
El tratamiento debe ser integral, acompañado de la modificación de hábitos de cuatro elementos principales: dieta, ejercicio, exposición responsable al sol y fármacos y suplementos alimenticios.
Ambos especialistas coincidieron en la importancia de una dieta rica en calcio, vitamina D y proteínas, así como la práctica de ejercicio físico orientado a mejorar la postura y fortalecer la musculatura. Además, la exposición solar moderada es fundamental para la síntesis de vitamina D, esencial para la salud ósea.
El tratamiento de la osteoporosis incluye medicamentos que intervienen en el metabolismo óseo y suplementos alimenticios ricos en calcio y vitamina D.
Juan Antonio Peralta Calcáneo planteó que “si queremos avanzar en la prevención de la pérdida ósea acelerada, porque al final todos vamos a tener pérdida ósea, la receta radica en tener un estilo de vida saludable: nutrición adecuada, actividad física, así como suprimir tabaco y alcohol,” concluyó.