El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, convocó a elecciones legislativas anticipadas para el 10 de marzo, tras la dimisión del primer ministro socialista Antonio Costa, por un escándalo de corrupción.
“Decidí disolver la Asamblea de la República y convocar elecciones para el 10 de marzo”, declaró el conservador Marcelo Rebelo de Sousa en un discurso televisado.
El jefe de Estado se reunió previamente con los miembros del Consejo de Estado, un órgano consultivo, para abordar la situación política del país.
Antes de ello, Rebelo de Sousa recibió a representantes de partidos con representación en el Parlamento, tal como lo determina la Constitución, ya que el Presidente podía optar por disolver el Parlamento y convocar elecciones legislativas anticipadas o invitar a algún dirigente a formar gobierno.
Las principales formaciones de la oposición, de izquierda y de derecha, se pronunciaron a favor de convocar a elecciones. Los socialistas preferían designar a un nuevo primer ministro para dirigir un Gobierno apoyado por la mayoría absoluta de la que disponen en el Parlamento.
El Partido Socialista indicó sin embargo que, en caso de ir a las urnas, preferiría que fuera en marzo, para tener tiempo de encontrar a un sucesor como secretario de la formación.
Tras las últimas elecciones legislativas, en enero de 2022, el Presidente ya advirtió que una eventual caída de Antonio Costa comportaría la disolución del Parlamento.
Costa, uno de los pocos socialistas que estaba al frente de un Gobierno europeo, presentó su dimisión luego de haber sido acuoso de “malversación, corrupción activa y pasiva de titulares de cargos políticos y tráfico de influencia” en la atribución de concesiones para la extracción de litio y la producción de hidrógeno verde.
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