Cultura

Hugo “Miss Diamond” Blanquet, la draga que rinde tributo a las minorías

La noche va llegando poco a poco y los antros comienzan a encenderse. La oscuridad anuncia la llegada de las chicas, el maquillaje, los tacones y las prisas por salir al escenario. 

 

Miss Diamond corre de lado a lado buscando sus maletas con vestuario, come unas quesadillas y verduras al mismo tiempo que se maquilla y atiende una llamada. Todo al mismo tiempo y de buena gana.

 

El pequeño camerino se llena chicas trans que van tomando vestuarios para convertirse en personajes célebres como Yuri o Las Flans. En este lugar entró Hugo y salió Miss Diamond, pelirroja de uno ochenta de estatura, en un vestido verde fosforescente y tacones. 

 

Siempre he dicho que Miss Diamond es una mujer guapa, pero después de tres días de borrachera. Es la reina de la decadencia, pero siempre en glamur. Es el esfuerzo por quitar esos estigmas de que un hombre tatuado, grande y semi-mamado no puede ser draga, cantante LGBT o un actor LGBT. Siempre he tratado de romper esos paradigmas y “Miss Diamond” es un humano que se acepta como es. Todos somos perfectos en todos lados, y quien diga lo contrario: a chingar a su madre”, aclaró el artista al presentarse.

 

Sobre el escenario, Miss Diamond presenta a Yuri, que es interpretada por Melany Kingston, con La Maldita Primavera y otras más que el público corea. Al terminar su rutina, Miss Diamond aparece con un nuevo vestuario, esta vez de rubia y con un vestido negro, pide un mezcal y le traen un caballito que bebe de un sorbo. El show sigue con la naturalidad de un profesional. 

 

Fue complicado el proceso creativo. He recibido más ‘No’ que ‘Sí’. Toda mi carrera no ha estado en el closet, entonces no he tenido abierta la puerta de muchos productores o de mí mismo, pero hemos logrado algo. Recuerdo en uno de mis shows que un productor se acerca y me pregunta: ‘¿Estás consiente de que vas a hacer historia? ¿De que eres la primera draga en Comedy Central?’. Nos ha costado mucho, pero ha sido muy gratificante lo que está pasando ahora con mi carrera”.

 

El show continuó y Miss Diamond se cambió al menos cinco veces de vestuario y peluca. Minutos antes de la media noche comenzó a despedirse porque las restricciones del semáforo naranja eran las mismas que en la Cenicienta. “Miss Diamond” bajó las escaleras del escenario corriendo y aunque no perdió la zapatilla, el encanto se terminó. 

 

Ha sido brutal la pandemia, en lo personal y como gremio. Nos ha dado una paliza. Yo soy 100% teatral, tengo que tener a la gente ahí, cotorrearlos. Tengo que humillarme frente a la gente y luego resurgir como el fénix que es Miss Diamond. (Esto) no se puede por más que lo tratas de hacer con shows online. Yo creo que estos shows le quitan lo personal, lo humano al arte. Pero me tengo que acoplar, no puedo ser ese tipo de viejitos”.

 

Hugo Blanquet señala que en su proceso para adaptarse a la nueva normalidad ha presentado unos podcasts y algunos shows virtuales, pero también ha encontrado la manera de no perder el contacto con su público y es así como sigue todos los estados con semáforos en verde para presentarse frente a las personas que ríen con su trabajo. Sin embargo, tampoco deja de lado que la indiferencia para este oficio ha arrasado con la economía y la forma de vida de muchas personas dedicada al arte y al servicio restaurantero. 

 

“Somos personas con las mismas responsabilidades. Tenemos que pagar hipoteca, darle de comer a la mamá, pagar los impuestos y el banco. Somos como cualquier trabajador, sólo que a mí no se me permite ganar dinero porque lo hago con un vestido y una peluca”, concluyó el artista.

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