En el centro de Gaza, aviones de combate israelíes atacaron dos campos de refugiados, tras la advertencia de Israel de que la ofensiva durará varios meses, y a pesar de los llamados internacionales a un alto el fuego para evitar la muerte de civiles inocentes, el desplazamiento masivo de palestinos y permitir la entrega de ayuda humanitaria.
El Ministerio de Sanidad de Gaza dijo que es urgente la evacuación de más de 5 mil heridos y enfermos de la zona por la falta de atención médica óptima.
“El Ministerio de Sanidad advierte sobre una perspectiva de hambruna y deshidratación para más de 1.9 millones de desplazados que carecen de alojamiento adecuado, alimentos, agua, medicinas y seguridad”, dijo Ashraf al-Qudra, vocero del Ministerio de Salud de Hamás.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que Israel debe tomar el control de todas las fronteras de Gaza, incluida la que tiene con Egipto, para garantizar una “desmilitarización” de la zona.
“Mi postura siempre ha sido que necesitamos eliminar a Hamás, necesitamos desmilitarizar la Franja de Gaza. No existe ningún otro factor que desmilitarice y neutralice la amenaza. Sólo las FDI. Y luego es necesario que haya una administración local que no adoctrine a sus hijos en el terrorismo, que no financie el terrorismo, que no eduque a sus hijos para destruir a Israel”, señaló Benjamin Netanyahu.
Esto ocurre mientras Estados Unidos aprobó enviar 150 millones de dólares en municiones a Israel, sin pasar por la aprobación del Congreso.