La arremetida de la violencia vinculada al narco en Ecuador, que incluyó este martes hombres armados irrumpiendo en directo en un canal de televisión, ha dejado al menos diez muertos, mientras el país ha declarado el “conflicto armado interno” y los militares han sido enviados a patrullar las calles.
“Hubo ocho personas fallecidas en ataques en el puerto de Guayaquil”, dijo en rueda de prensa un jefe policial local. La policía también indicó en la red social X que dos agentes fueron “asesinados vilmente por delincuentes armados” en la cercana población de Nobol.
El presidente Daniel Noboa anunció más temprano en X que firmó un decreto ejecutivo declarando “Conflicto Armado Interno”, en medio del estado de excepción por 60 días que había dictado el lunes, cuando se inició el secuestro de policías, ataques a la prensa y motines carcelarios.
El mandatario, de 36 años, ordenó además a las Fuerzas Armadas “ejecutar operaciones militares para neutralizar” a una veintena de grupos criminales a los que tildó de “organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes”.
El nuevo decreto se conoció luego de que hombres armados y encapuchados entraron al canal TC Televisión en Guayaquil cuando periodistas transmitían en vivo un noticiero, lo que provocó una dramática situación que se extendió al menos por 30 minutos hasta que intervino la policía.
“No disparen, por favor, no disparen”, gritaba una mujer en medio de detonaciones.
Antes de que se apagaran las luces se observó a los encapuchados empuñar una granada, apuntar con armas a trabajadores y colocar lo que parecía un taco de dinamita en la chaqueta de una persona.
Un periodista de TC envió mensajes por WhatsApp a un reportero de AFP indicando: “Por favor. Entraron a matarnos. Dios permita que esto no ocurra. Están al aire los delincuentes”.
La policía puso fin a la toma del canal y detuvo a 13 personas.
En marzo, cinco sobres con memorias USB cargados con explosivos fueron enviados a periodistas de varios medios, uno de los cuales resultó con heridas leves tras la detonación.
Perú declara en emergencia toda su frontera con Ecuador
Perú declaró bajo estado de emergencia toda su frontera con Ecuador y reforzará la vigilancia con contingentes policiales y militares, luego de la racha de ataques del narcotráfico en ese país, anunció la noche del martes el gobierno.
“Se va a declarar la emergencia en todos los departamentos (regiones) fronterizos con Ecuador”, dijo el primer ministro Alberto Otárola en declaraciones a periodistas.
La medida incluye a las regiones de Amazonas, Cajamarca, Loreto, Piura y Tumbes. Las dos últimas ya estaban en emergencia desde noviembre pasado ante el incremento de la inseguridad en la frontera.
El alto funcionario indicó además que el gobierno enviará a un contingente de las fuerzas especiales de la policía y a las fuerzas armadas para reforzar puestos y pasos de frontera. No se preció el número de efectivos que se desplazará.
Perú y Ecuador comparten una extensa frontera de más de mil 400 kilómetros.
Los ministros de Defensa, Jorge Chávez, y del Interior, Víctor Torres, viajarán el miércoles a la ciudad fronteriza de Tumbes para coordinar las acciones a seguir.
“Mañana (miércoles) los propios ministros van a tomar acciones directas para resguardar toda nuestra frontera y poner a buen recaudo a nuestra ciudadanía”, agregó Otárola, mano derecha de la presidenta Dina Boluarte.
La decisión se tomó en un Consejo de Ministros extraordinario convocado a raíz de la crisis en Ecuador, luego que Quito declarara al país en “conflicto armado interno” y ordenara a los militares “neutralizar” a las bandas narcocriminales que intensificaron sus ataques el martes.
El gobierno peruano también condenó enérgicamente los actos de violencia ocurridos en Ecuador, “que vulneran los derechos fundamentales de los ecuatorianos y atentan contra la seguridad de ese hermano país”, según un comunicado de la cancillería.
En Perú el estado de emergencia se puede extender indefinidamente hasta que el gobierno disponga lo contrario cuando la seguridad de la población está en riesgo o peligro, según la Constitución.