En Guatemala, policías y militares contuvieron con toletes y gases lacrimógenos, el avance de la nueva caravana de migrantes que se dirigía a México y Estados Unidos. Mil 500 personas de nacionalidad hondureña fueron retornadas a su país.
Mi meta es llegar a los Estados Unidos. ¿Por qué? Por la delincuencia que hay en este país, por la falta de trabajo, la falta de educación, por la pobreza que estamos en estos momentos, pobreza extrema. No tenemos vivienda, no tenemos qué comer, no tenemos nada. Entonces, no tenemos de otra. De todas maneras, si no salimos a arriesgar nuestra vida, aquí nos vamos a morir de hambre”, expresó Dania Salguero, migrante de Honduras.
El Gobierno de Guatemala exige prueba de Covid-19 y documentos vigentes, a cada persona, para ingresar a su territorio. Por lo que reclamó al gobierno de honduras no contener la salida de sus ciudadanos.
Mientras tanto, en México, la Guardia Nacional custodia la frontera con Guatemala para evitar el eventual ingreso de las personas migrantes.
El Gobierno de México reconoció la labor de su par de Guatemala, que ha actuado de manera firme y responsable en la atención integral de los contingentes de personas migrantes que vulneraron su soberanía haciendo valer el cumplimiento de la ley migratoria.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores, reiteró su rechazo ante cualquier forma de ingreso irregular y desordenado que ponga en riesgo la vida y salud de las poblaciones migrantes y de acogida.
Y exhortó al Gobierno de Honduras que atienda el flujo de personas migrantes, de tal manera que prevenga nuevos desplazamientos.