El presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acordaron durante una llamada telefónica este sábado “continuar su productiva asociación” frente a los retos migratorios, informó la Casa Blanca.
Esta conversación tiene lugar en un momento clave, puesto que se espera el anuncio inminente de un pacto negociado por un grupo de senadores republicanos y demócratas que endurecería drásticamente la política migratoria de Estados Unidos.
Aunque está por ver que sea adoptado por el Congreso, Biden ya anunció que constituye “el conjunto de reformas más duras” de la historia del país y permitiría “cerrar la frontera” con México “cuando esté colapsada”.
En la llamada Biden agradeció a México “el apoyo operativo” y “la adopción de medidas concretas para disuadir la migración irregular, al tiempo que se amplían las vías legales”, señaló la Casa Blanca en un comunicado.
Ambos reiteraron su compromiso de “combatir a las organizaciones criminales transnacionales involucradas en el tráfico ilícito de drogas, armas y personas” y de continuar “la estrecha cooperación” para “promover oportunidades” en América Latina y el Caribe.
Se desconocen los detalles del pacto bipartidista pero todo apunta a que endurecerá la política migratoria y de asilo, debido a que se trata de una condición impuesta por los republicanos para desbloquear en el Congreso un paquete que incluye decenas de miles de millones para Ucrania, así como fondos para Israel y para reforzar la seguridad en la frontera.
“Es más de lo mismo, no quieren ir al fondo”, opinó López Obrador el jueves. “¡Imagínense lo que es cerrar la frontera! ¿Cuánto tiempo puede durar cerrada? Nos perjudica a los dos países. Pero no es una opción”, afirmó el gobernante izquierdista.
El líder de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, un aliado del expresidente estadounidense Donald Trump, ya ha anunciado que el proyecto de ley no tiene posibilidades de prosperar.
Los republicanos son reacios a soltar más dinero para Ucrania sin condicionarlo a resultados en la guerra que libra tras ser invadida por Rusia, pero quieren a toda costa liberar los fondos para Israel.
En un intento por desligar una cosa de la otra, Johnson anunció este sábado que impulsará un proyecto de ley sólo con ayuda para Israel que sería votado la próxima semana en la cámara baja del Congreso.
La Casa Blanca reaccionó calificándolo de “maniobra política”.
“Justo cuando el texto legislativo es inminente, los republicanos de la Cámara de Representantes presentan su última y cínica maniobra política. La seguridad de Israel debería ser sagrada, no un juego político. Nos oponemos firmemente a esta estratagema”, afirma la portavoz Karine Jean-Pierre en un comunicado.