Una semana antes del final de su mandato, el presidente Donald Trump enfrenta este miércoles el proceso para un nuevo juicio político por alentar el asalto al Capitolio, que dejó cinco muertos.
La Cámara de Representantes en Estados Unidos comenzó desde temprana hora un debate para una votación sin precedentes.
Marcará la apertura formal del proceso de juicio político contra Trump, que se convertirá en el primero en la historia del país en ser procesado dos veces en el Congreso.
Cada día más aislado en su propio bando, el presidente intentó el martes minimizar el procedimiento impulsado por los demócratas, describiéndolo como una “continuación de la mayor caza de brujas en la historia de la política”.
Ningún republicano de la Cámara de Representantes votó en diciembre de 2019 el “impeachment” a Trump por las presiones a Ucrania para investigar una presunta corrupción de Biden. Y el mandatario salió absuelto del juicio político por el Senado, de mayoría republicana.
Pero esta vez, cinco congresistas habían anunciado su apoyo al “impeachment”. Entre ellos, Liz Cheney, una de las líderes de la minoría republicana en la Cámara Baja e hija del exvicepresidente estadounidense Dick Cheney.
El “impeachment”, o también llamado proceso de destitución, es un acto por el cual se procede a separar de su cargo a un alto político determinado y es característico de los regímenes presidencialistas. El proceso ha de iniciarse cuando haya acusaciones por indicios delictivos.
La presidenta demócrata de la Cámara Baja y líder de la mayoría demócrata, Nancy Pelosi, reveló los nombres de su equipo de “fiscales”, que serán los encargados de llevar el caso al Senado, dominado aún por los republicanos, para el juicio político.