El reportaje de The New York Times en el que se intenta vincular al presidente Andrés Manuel López Obrador con grupos del crimen organizado carece de pruebas, tanto así que el propio medio estaodunidense admite que gran parte de la información vertida en el texto es difícil de corroborar.
Y es que, una vez que el presidente dio respuesta al cuestionario que le envió la periodista Natalie Kitroeff, The New York Times publicó el reportaje en su versión digital, bajo el título “Estados Unidos examinó acusaciones de vínculos de cárteles con aliados del Presidente de México”.
En el propio texto, los autores, señalan que la información obtenida por tres presuntos informantes en contra de supuestos allegados al presidente Andrés Manuel López Obrador es difícil de corroborar y, en ocasiones, termina siendo incorrecta.
Por lo tanto, la investigación por presuntos nexos del presidente López Obrador con el crimen organizado fue cerrada por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), al no encontrarse relación directa del mandatario con organizaciones criminales.
El texto añade que Estados Unidos nunca abrió una investigación formal sobre López Obrador y los funcionarios involucrados, por lo que finalmente archivaron la investigación y que para el gobierno norteamericano había poco interés en presentar acusaciones en contra del líder de uno de los principales aliados de Estados Unidos.
El artículo refiere que las autoridades estadounidenses, aunque identificaron posibles vínculos entre los cárteles con allegados a López Obrador, se determinó que no hubo conexión directa entre el propio Presidente y los grupos criminales.
Pero aún cuando en el texto los propios periodistas del Times aseguran que nunca hubo y no hay pruebas directas contra López Obrador, a través de su cuenta de X el medio estadounidense publicó: “Hemos publicado el artículo en cuestión y respaldamos nuestro trabajo de reportería y a los periodistas que van en pos de la información en donde sea que se encuentren”.