El laboratorio BioNTech advirtió que la eficacia máxima de su vacuna contra el Covid-19 no estaba garantizada si se retrasa la administración de la segunda inyección, una estrategia que ha sido aplicada o contemplada en varios países para vacunar a más personas.
La eficacia y la seguridad de la vacuna no han sido evaluadas para otros calendarios de dosis” más que las dos inyecciones espaciadas de 21 días aplicadas durante el ensayo clínico, explicó la empresa alemana, que desarrolló con el estadounidense Pfizer la primera vacuna autorizada en Estados Unidos y en Europa.
Ante las reservas limitadas de este producto, Dinamarca anunció el lunes que dejaría pasar hasta seis semanas entre las dos dosis; el Reino Unido que autorizó la vacuna a principios de diciembre, antes que la UE, separa las dos inyecciones de 12 semanas.
“De esta manera, podremos vacunar a más gente desde ahora”, explicó el jefe de la Agencia Nacional danesa de Salud, Søren Brostrøm.
El responsable señaló que este análisis se basaba en la documentación presentada por los laboratorios, que indica una segunda dosis recibida “entre 19 y 42 días” tras la primera.
En Alemania, el ministerio de Salud pidió a las autoridades que evalúen las opciones para ampliar el plazo.
“Incluso si los datos demuestran que existe una protección parcial a los 12 días de la primera dosis, no hay datos que demuestren que la protección permanezca más allá de 21 días”, explicó una portavoz de BioNTech.
“Consideramos que se necesita una segunda inyección para garantizar la protección máxima contra la enfermedad”, añade la empresa especializada en el ARN mensajero, con sede en Magunza (suroeste de Alemania).
Sin embargo, “las decisiones sobre los regímenes de dosis alternativos son tomadas por las autoridades sanitarias nacionales”, con las cuales el laboratorio se encuentra en “diálogo constante”.
Las decisiones en Dinamarca atañen igualmente a la vacuna de Moderna, que está siendo evaluada por la Unión Europea, y a la de AstraZeneca en el Reino Unido.