El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) puso en marcha una serie de programas de prevención primaria con el fin de evitar la aparición de defectos congénitos, anomalías que pueden presentarse desde el período prenatal hasta el momento del nacimiento, con consecuencias que van desde leves hasta graves e incluso letales, afectando el desarrollo de la vida.
Entre los trastornos congénitos más comunes se encuentran:
- las malformaciones cardiacas,
- los defectos del tubo neural y
- el síndrome de Down.
Para prevenir estos problemas, el IMSS implementa diversas acciones como:
- entrega de ácido fólico a mujeres en edad gestacional,
- recomendaciones para evitar el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas durante el embarazo, y
- la inmunización contra enfermedades virales que podrían causar daño al embrión, como la rubéola.
Además, se realizan tamizajes maternos para detectar diabetes o infecciones, se llevan a cabo estudios no invasivos como el ultrasonido durante el control prenatal, se aplican tamices neonatales metabólicos, auditivos y cardiológicos, y se monitorea el crecimiento y desarrollo pediátrico.
En casos de diagnóstico, especialistas en disformología, como genetistas clínicos y prenatales, determinan la causa y clasifican el defecto congénito para indicar el tratamiento más adecuado.
Durante el año 2023, se realizaron alrededor de 30 mil consultas en Servicios de Genética, abordando malformaciones congénitas y anomalías cromosómicas.
La consulta de Genética Clínica se centra en la evaluación directa de pacientes y la realización de estudios genéticos específicos para establecer la causa de los defectos congénitos y proporcionar asesoramiento genético a las familias.
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud estima que cada año fallecen 240 mil recién nacidos por defectos congénitos, afectando a cerca de ocho millones de bebés en todo el mundo.