Japón suspendió este lunes las entradas al país de ciudadanos extranjeros no residentes procedentes de otras partes del mundo hasta finales de enero.
Con esto busca prevenir la propagación de la nueva variante del coronavirus, potencialmente más transmisible.
El Gobierno también requerirá que los ciudadanos japoneses y los residentes extranjeros provenientes de países y territorios donde se confirma la nueva variante presenten resultados negativos de las pruebas de virus dentro de las 72 horas posteriores a la salida y se sometan a pruebas a su llegada desde el miércoles hasta fines de enero.
La nueva cepa del virus, detectada por primera vez en Gran Bretaña, se ha confirmado desde entonces en más de 20 países, así como en Hong Kong.
Los empresarios y estudiantes de 10 países asiáticos como China continental y Corea del Sur más Taiwán, con los que Japón tiene un sistema especial para aliviar las restricciones de viaje, no se ven afectados por la última medida.
A partir del jueves, Japón ya había prohibido la entrada de extranjeros no residentes que habían estado recientemente en Gran Bretaña y Sudáfrica, donde se detectó la nueva variante.
Los funcionarios de salud británicos han dicho que la nueva cepa, detectada por primera vez en septiembre, podría ser hasta un 70% más transmisible, pero no hay evidencia de que sea más letal o capaz de evadir la inmunidad inducida por las vacunas.
Por su parte, el primer ministro Yoshihide Suga dijo que el Gobierno implementó las restricciones de llegada para proteger la vida y los medios de subsistencia de los ciudadanos, tomando medidas por adelantado para prevenir la propagación de la nueva cepa del virus.
También indicó que la respuesta a la nueva variante fue la misma que la del virus de Covid-19 original, por lo que pidió que las personas se laven las manos, usen máscaras y celebren las celebraciones de Año Nuevo “en silencio”.
Asimismo, reiteró que el Gobierno planea presentar un proyecto de ley a la Dieta a principios del próximo año para revisar la ley especial existente para combatir el virus.
La legislación tiene como objetivo compensar a los restaurantes, bares y otros restaurantes tras las solicitudes de adopción de horarios más cortos y penalizar a los que no cumplan.
En Japón, hasta ahora se ha confirmado que ocho personas están infectadas con la variante detectada en Gran Bretaña. Entre ellos se incluyen un piloto de aerolínea que regresó de Londres el 16 de diciembre y una mujer que no tiene antecedentes de visitar Gran Bretaña.
Este domingo, el Ministerio de Salud confirmó que una mujer de Tokio, que regresó de Gran Bretaña el 13 de diciembre, estaba infectada con la variante.
La mujer está hospitalizada desde el martes pasado y nadie tuvo contacto cercano con ella.
Si bien el país había abierto lentamente a los viajes internacionales mientras buscaba reparar su economía prepararse para los Juegos Olímpicos reprogramados el próximo verano, cambió de nuevo hacia el endurecimiento de sus fronteras, ya que el sistema médico se ha visto afectado significativamente por un aumento en el número de casos de coronavirus.
Japón registró el sábado un récord de 3 mil 881 casos de coronavirus, mientras que el domingo 27 de diciembre informó de 2 mil 945 nuevos casos.