El “obradorismo” ha sido un movimiento disruptivo en nuestro país, lo que ha detonado amplias discusiones sobre el impacto que ha tenido a nivel social, político e ideológico.
Tan es así que, el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado, en diversas ocasiones, que el pueblo mexicano está más politizado que nunca.
En el programa El Desfiladero de la Barra Digital de Once Noticias, Teresa Rodríguez de la Vega, doctora y académica, dijo que a partir del “obradorismo” se ha desencadenado un proceso de toma de conciencia en amplios sectores de la población. Esa toma de conciencia, dijo, es con respecto a la desigualdad en México.
“La gente ha tomado conciencia de que sus condiciones de vida dependen de las personas con poder y riqueza que las precarizan”, externó la académica.
La doctora en Filosofía de la Ciencia, sentenció que se trata de un empoderamiento de las masas con mayor contenido político y de izquierda, “incluso más allá de la posición del Presidente”, dijo.
En tanto, Ixchel Cisneros señaló que la politización del pueblo no se limita al “obradorismo”, sino que se ha construido históricamente por la tradición de los movimientos sociales. A decir de la periodista, sí hay un contexto más politizado, pero también hay sectores más jóvenes que la rechazan o buscan otras vías.
“Hay más juventudes e infancias desencantadas que están haciendo a un lado la política de partidos y gubernamental. Se están organizando en otros ámbitos, desde el activismo o los derechos humanos”, sentenció Cisneros.
Ese sector se interesa, asegura, por otras formas de organización y ya no suelen representar los contingentes que tradicionalmente protestaban en marchas históricas como la del 2 de octubre en conmemoración por la matanza de Tlatelolco.
“Sus necesidades son otras, ya no creen en esas formas de protesta. Nos falta escuchar a esa generación, porque no representa sus propios intereses y han decidido organizarse de otras maneras”, agregó la periodista.
En el mismo tenor que Cisneros, el escritor Óscar de Pablo dijo que “es peligroso reducir la idea de politización sobre la figura del gobierno o el presidente”, dado que, argumentó, no se puede reducir un bloque, que está atravesado por la clase y las generaciones, a la ideología e intereses. Además, dijo que considera ahora se cuestionan las jerarquías del sistema.
En respuesta, la especialista Rodríguez de la Vega, coincidió en que se redujeron las marchas del 2 de octubre, pero se fortalecieron las marchas feministas del 8M.
“Este 8 de marzo salimos a marchar sí por la marcha contra la violencia de género, sí por la agenda feminista, pero también por Palestina. Eso demostró una politización enorme del movimiento feminista que solemos tildar de falta de orientación y antagonismo político. Es un pulmón politizador más potente y va más allá del que se refiere el presidente”, enfatizó Teresa de la Vega en El Desfiladero.
Además señaló que en los últimos cinco años la agenda de las mujeres se ha fortalecido y ha tomado conciencia con respeto a la intersección de las opresiones.