La esposa de Julian Assange calificó el jueves como una “buena señal” que Estados Unidos esté examinando una petición de Australia de retirar los cargos contra su marido, cuando se cumplen cinco años de su detención.
El miércoles, el presidente estadounidense, Joe Biden, indicó en una entrevista que Washington está examinando una demanda de Australia, de donde es originario Assange, que pide que se eliminen los cargos contra el fundador de WikiLeaks.
“Creo que es una buena señal. Parece que las cosas finalmente podrían estar moviéndose en la dirección correcta, después de cinco años en la prisión de alta seguridad de Belmarsh y catorce desde que perdió su libertad”, señaló su esposa y abogada, Stella Assange, en una entrevista a la BBC.
El 11 de abril de 2019, Julian Assange fue expulsado de la embajada de Ecuador en Londres, donde se había refugiado en 2012 para evitar ser extraditado a Suecia, que había lanzado una acusación de violación contra él, que luego fue desestimada, o a Estados Unidos, que lo quiere procesar por piratería informática.
El país norteamericano le acusa de haber publicado desde 2010 más de 700 mil documentos confidenciales sobre las actividades militares y diplomáticas estadounidenses, en particular en Irak y Afganistán.
Por esas acusaciones, en el caso de que la justicia británica decida extraditarlo, el fundador de WikiLeaks corre el riesgo de ser condenado a una pena de hasta 175 años de prisión en Estados Unidos.
Julian Assange, de 52 años, “no se encuentra bien, está muy preocupado”, subrayó su esposa, que ya había señalado que existe el riesgo de un suicidio.
¿Terminará la persecución contra Julian Assange?
El redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, que visitó a Julian Assange el jueves por la mañana en la prisión de Belmarsh, dijo que el hecho de que la solicitud de Australia se esté considerando es una “señal positiva” para el fundador del sitio, haciendo un llamado a la cautela al subrayar que sería necesario obtener “más detalles” antes de dejarse llevar por el entusiasmo.
“Es una señal de que esta horrible saga de persecución a Julian Assange, que ha durado demasiado tiempo, puede estar llegando a su fin”, añadió.
Con el apoyo del primer ministro, Anthony Albanese, el parlamento australiano aprobó en febrero una moción que pedía el fin del proceso contra el fundador de WikiLeaks.
“Estos procesamientos datan de la era (del expresidente estadounidense Donald) Trump, es su legado, y Joe Biden debería haberlos puesto fin desde el primer día”, añadió Stella Assange.
La esposa de Julian Assange recordó también que el expresidente estadounidense Barack Obama eligió no procesar a su marido, por temor a “crear un precedente” contra la prensa.
“Espero que Joe Biden abandone el caso, como exige toda la comunidad que defiende los derechos humanos y la libertad de prensa”, añadió Stella Assange.
A finales de marzo, la justicia británica pidió a Estados Unidos nuevas garantías sobre el trato que daría a Julian Assange en caso de ser extraditado.
Si no llegaran dichas garantías, la justicia británica podría conceder al fundador de WikiLeaks un último recurso en el Reino Unido.