El presidente turco Recep Tayyip Erdogan denunció las sanciones estadounidenses a Turquía por haber comprado un sistema de defensa aéreo ruso y las calificó de ataque a la “soberanía” de su país.
¿Qué clase de alianza es esta? Esta decisión es un ataque directo a nuestra soberanía” dijo en un discurso, refiriéndose al hecho de que tanto Turquía como Estados Unidos pertenecen a la OTAN.
Aunque Turquía reaccionó con vehemencia a las sanciones, pudo escapar a lo peor por su carácter selectivo y porque no afectan a su ya maltrecha economía, apuntan los expertos.
Estados Unidos impuso el lunes 14 de diciembre sanciones a Turquía por la compra de un sistema de defensa ruso tierra-aire, las que apuntaron al principal organismo turco de desarrollo de defensa, su presidente y tres empleados.
La medida, que se centra en el sector de la defensa y la Dirección de Industrias de Defensa de Turquía (SSB), es probable que dañe aún más las relaciones del presidente turco Tayyip Erdogan con los aliados occidentales de la OTAN.
Las sanciones anunciadas por Washington se limitan a prohibir cualquier nuevo permiso de exportación a la agencia gubernamental turca encargada de la compra de armas, la SSB, e impiden a sus responsables permanecer en suelo estadounidense.
Estas sanciones, con las que Washington amenazaba desde hace años, fueron anunciadas por la administración de Donald Trump, considerada conciliadora con Turquía, que evita así tener que tratar con el próximo presidente Joe Biden, del que los dirigentes turcos desconfían.