Este lunes el ejército israelí ordenó la evacuación del este de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, tras semanas advirtiendo que lanzará una invasión, al tiempo que la defensa civil del territorio palestino anunció el bombardeo de dos barrios de la ciudad.
“El bombardeo israelí, aéreo y de artillería, empezó anoche y se ha intensificado esta mañana”, dijo Ahmed Redwan, portavoz de la defensa civil palestina, especificando que dos de los vecindarios atacados, Al Shuka y Al Salam, se encuentran entre los que el ejército israelí pidió a la población civil que evacuara unas horas antes.
El anuncio de la evacuación dificulta los esfuerzos de mediación emprendidos por Catar, Egipto, Estados Unidos para lograr un cese el fuego entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, que permita la liberación de rehenes israelíes cautivos en Gaza tras casi siete meses de guerra.
“El ejército israelí informó esta mañana que comenzó una operación de alcance limitado para evacuar temporalmente a los residentes en la parte oriental de Rafah”, indicó un portavoz.
“Se tiene la estimación es de unas 100 mil personas”, afirmó un vocero militar cuando se le preguntó cuántas personas están siendo evacuadas de esta ciudad fronteriza con Egipto.
La Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de 1.2 millones de personas viven en Rafah.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que invadirá Rafah, con o sin tregua, pese a las preocupaciones expresadas por Estados Unidos, su principal aliado, y por la comunidad internacional sobre el destino de los civiles refugiados en esta localidad.
“Esta orden de evacuación presagia lo peor: más guerra y hambruna”, declaró este lunes el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, que instó a Israel a abstenerse de lanzar una ofensiva terrestre.
Un residente de Rafah mencionó que algunas personas recibieron mensajes vocales en sus teléfonos invitándoles a marcharse y textos con un mapa con indicaciones hacia dónde ir.
“Los habitantes están evacuando aterrorizados, en medio del pánico”, declaró Osama al Kahlut, un representante de la Media Luna Roja palestina en el este de Rafah, que estima que la zona designada por el ejército israelí afecta a unas 250 mil personas.
“No sabemos adónde ir”
El ciclo de conversaciones celebradas el fin de semana en El Cairo terminaron sin avances concretos y ambos bandos acusaron al otro de intransigencia. Hamás continúa insistiendo en que un cese el fuego debe ser definitivo e Israel mantiene su promesa de aniquilar al movimiento palestino, que el 7 de octubre lanzó un ataque sin precedentes en su suelo que desencadenó la guerra.
Una pareja que vive en Rafah contó que se enteraron de la evacuación al despertar tras una noche de angustia bajo los bombardeos.
“Mi familia y yo, 13 personas, no sabemos adónde ir”, declaró Abdul Rahman Abu Jazar, de 36 años que señaló que las ‘zonas humanitarias’ designadas por el ejército israelí ya están “superpobladas”.
El primer ministro israelí afirmó el domingo que aceptar las exigencias de Hamás para poner fin a la guerra en Gaza equivaldría a “rendirse”.
Por su parte, el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, acusó a Netanyahu de “sabotear los esfuerzos de los mediadores”.