Durante una manifestación el sábado 5 de diciembre en París contra la violencia policial, decenas de anarquistas encapuchados lanzaron proyectiles a la policía antidisturbios; destrozaron escaparates; incendiaron autos, y quemaron barricadas. Los agentes respondieron lanzando gas lacrimógeno.
La jornada de protesta arrancó con la marcha pacífica de miles de personas, pero pronto comenzaron los enfrentamientos entre la policía y grupos de manifestantes, vestidos de negro y con el rostro cubierto en su mayoría. Algunos usaron martillos para romper los adoquines.
El motivo de la manifestación era protestar contra la violencia policial y los nuevos planes en materia de seguridad del presidente, Emmanuel Macron, que según su críticos restringirá las libertades civiles.
Los manifestantes portaban pancartas en las que se leía “Francia, tierra de derechos policiales” y “Retirada de la ley de seguridad”.
La policía parisina dijo que unos 500 “casseurs” -que se traduce como matones o alborotadores- se infiltraron en la protesta, según BFM TV. Los agentes dijeron que hubo 22 arrestados.
Francia vive una oleada de protestas después de que el gobierno presentó en el Parlamento un proyecto de ley que propone aumentar los instrumentos de vigilancia del Estado y restringir los derechos sobre la grabación y difusión de imágenes agentes de policía.
El proyecto forma parte de la campaña de Macron para endurecer su postura sobre ley y orden antes de las elecciones de 2022. La medida, no obstante, desató una ola de indignación entre la ciudadanía y la oposición.