Japón se encuentra en alerta ante el incremento de casos de una infección bacteriana peligrosa y altamente mortal que, de acuerdo con expertos, podría alcanzar niveles récord.
Se trata de una rara bacteria “carnívora” que puede matar a una persona en tan sólo 48 horas, la cual se propaga en el país asiático luego que se relajaran las restricciones por el COVID-19.
Hasta el 2 de junio, el Ministerio de Salud de Japón había registrado 977 casos de síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS), el cual tiene una tasa de mortalidad de hasta 30% y, de acuerdo con las últimas cifras disponibles, entre enero y marzo, han muerto 77 personas por esta causa.
El actual brote reportado ya ha superado el récord del año pasado, el cual se situó en 941 infecciones preliminares, el más alto desde que comenzaron las estadísticas en 1999. Por su parte, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón informó sobre 97 muertes debido al STSS el año pasado.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, incluso con tratamiento, el STSS puede ser mortal, pues hasta tres de cada 10 personas infectadas pueden perder la vida.
¿Qué es el STSS?
El síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS) es una infección bacteriana poco común, pero grave, que puede desarrollarse cuando las bacterias se propagan a los tejidos profundos y al torrente sanguíneo.
Los primeros síntomas que se presentan en los pacientes son fiebre, dolor muscular y vómitos, pero rápidamente pueden presentarse una baja en la presión arterial, hinchazón e insuficiencia orgánica múltiple.
La mayoría de los casos de dicho síndrome son causados por la bacteria estreptococo del grupo A (GAS), que suele provocar fiebre e infecciones de garganta en los niños, pero en algunos casos, puede volverse invasivo cuando la bacteria produce una toxina que le permite entrar al torrente sanguíneo. En casos más complejos, en pacientes con comorbilidades, el estreptococo A también puede causar fascitis necronizante “carnívora”, la cual puede provocar pérdida de extremidades.
Aunque las autoridades sanitarias aún no tienen claro el motivo del aumento de casos, la Universidad Médica de Mujeres de Tokio indicó que podría deberse al debilitamiento del sistema inmune después del COVID-19.