Cientos de miles de manifestantes israelíes salieron a las calles en todo el país, al cumplirse nueve meses del inicio de la guerra en Gaza, para pedir la renuncia del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el cese del fuego que permita llevar a casa a los rehenes capturados por Hamás.
La guerra, desencadenada la mañana del 7 de octubre por la organización Hamás, que dejó mil 200 muertos y 250 personas capturadas, ha tenido como respuesta un permanente combate aéreo y terrestre que ha cobrado la vida de más de 38 mil palestinos, muchos de ellos niños y mujeres, más de 88 mil heridos, cientos de miles de desplazados, destrucción generalizada y una grave crisis humanitaria.
Los manifestantes bloquearon carreteras importantes y protestaron ante las viviendas de parlamentarios israelíes, mientras otros grupos se acercaron a la frontera con Gaza y liberaron mil 500 globos blancos y negros que simbolizaban a las personas asesinadas y secuestradas.
“Hoy es un último grito de ayuda de todo el país para ayudarnos a poner fin a la guerra, ayudarnos a recuperar a nuestra gente, a todas las mujeres, niños y hombres que están atrapados en Gaza”, dijo Yoni Peleg, ingeniero en Tel Aviv.
Cansados por un conflicto que parece no tener fin, miles de israelíes exigen un cambio de gobierno y recuperar a los que desde hace nueve meses no están en casa.
“Espero que diga la verdad, que fuimos derrotados. El 7 de octubre, fuimos derrotados, y que asuman la responsabilidad por ello y dimitan. Es hora de que renuncien, asuman la responsabilidad, y dejen que alguien más intente arreglar lo que han arruinado aquí”, agregó Peleg.