¿Por qué consume tanta energía la inteligencia artificial?
Varios estudios señalan que una consulta a ChatGPT requiere de 10 veces más energía que una simple consulta al motor de búsqueda de Google.
La inteligencia artificial es un instrumento útil que ha provocado daños al medio ambiente, debido a su voraz consumo de energía eléctrica, lo que ocasiona un incremento en las emisiones de carbono, informó en una reciente investigación Google.
Cada vez que un usuario envía una consulta a ChatGPT o a cualquier otra IA generativa hace funcionar servidores situados en un centro de datos, estos modelos de lenguaje requieren que una capacidad de cálculo enorme para entrenarse y para ello utilizan potentes servidores en los que se almacenan millones de datos.
Estos servidores consumen electricidad, además se calientan y para su funcionamiento continuo es necesario refrigerarlos con sistemas que a su vez requieren más energía, por lo que los centros de datos emplean alrededor del 40 % de su electricidad para alimentar los servidores y el 40 % para enfriarlos, de acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Varios estudios señalan que una consulta a ChatGPT requiere de 10 veces más energía que una simple consulta al motor de búsqueda de Google.
¿Cómo actúan los gigantes de internet?
En un momento en el que los gigantes de la tecnología buscan incorporar cada vez más inteligencia artificial a sus productos, las y los expertos temen que haya una explosión en el consumo de electricidad.
Ejemplo de ello, es que Google informó que sus emisiones de carbono aumentaron un 48% en cinco años debido al aumento en el uso de la inteligencia artificial, en tanto que las emisiones de carbono de Microsoft, se colocaron en el número dos mundial de la nube, luego de aumentar un 30 % en 2023 con respecto a 2020.
Si bien Google, Amazon y Microsoft destacaron su inversión en las energías renovables para alimentar sus centros de datos, sus objetivos de neutralidad carbono parecen alejarse.
AWS (la nube de Amazon) se comprometió a convertirse en una empresa con cero emisiones de carbono para 2040, mientras que Google prevé lograr lo mismo en todas sus actividades para 2030. Mientras Microsoft se puso como objetivo un balance de carbono negativo también para 2030.