El periodista estadounidense Evan Gershkovich, y su compatriota, el exmarine Paul Whelan, fueron liberados este jueves en uno de los mayores intercambios de prisioneros entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría, anunció la presidencia turca.
Un total de 26 presos de Estados Unidos, Alemania, Polonia, Eslovenia, Noruega, Bielorrusia y Rusia se beneficiaron del canje “llevado a cabo” por la Agencia de Inteligencia Turca (MIT), informó la presidencia turca.
Sobre este hecho, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elogió el intercambio de prisioneros, al cual calificó como una “hazaña diplomática” que ha puesto fin a su “agonía”.
“El acuerdo que aseguró su libertad fue una hazaña diplomática”, dijo Biden, confirmando que tres ciudadanos estadounidenses y un residente permanente se encontraban entre las 16 personas liberadas por Rusia, incluidos también cinco alemanes y siete rusos.
Un acuerdo que también benefició a Rusia
Desde hacía varios días se especulaba acerca de la inminencia de un acuerdo, después de que varias personas que estaban detenidas en Rusia fueran trasladadas de sus lugares de reclusión, un hecho inusual.
Además, un avión utilizado anteriormente para otro intercambio de prisioneros partió de Moscú el jueves por la mañana hacia el enclave ruso de Kaliningrado antes de regresar a Rusia a última hora de la mañana, según el servicio de seguimiento de vuelos Flightradar24.
Según el Gobierno turco, entre los que deberían regresar a Rusia se encuentra Vadim Krasikov, un ciudadano ruso encarcelado en Alemania por el asesinato de un ex líder independentista checheno.
El acuerdo sería uno de los más importantes desde la Guerra Fría y comportaría el primer canje de prisioneros entre Moscú y Occidente desde la liberación, en diciembre de 2022, de la jugadora de baloncesto estadounidense Brittney Griner, detenida en Rusia por un caso de drogas e intercambiada por el famoso traficante de armas ruso Viktor Bout, encarcelado en Estados Unidos.
En 2010, en un intercambio anterior, 14 espías quedaron libres, entre ellos la rusa Anna Chapman, condenada en Estados Unidos, y Sergei Skripal, un agente doble encarcelado en Rusia.
Desde 1985 y 1986, último período de la Guerra Fría, no han tenido lugar intercambios de prisioneros de gran magnitud.
El caso del periodista Evan Gershkovich
Estados Unidos presionó a Moscú para obtener la liberación de Gershkovich. Tanto él como su familia, sus allegados y la Casa Blanca aseguran que las acusaciones rusas carecían de todo fundamento.
De 32 años, Gershkovich fue detenido a finales de marzo de 2023 mientras estaba trabajando en Ekaterimburgo, en los Urales.
Tras su condena, el presidente estadounidense Joe Biden aseguró que su país trabajaría “duramente” para lograr su liberación.
Gershkovich “fue perseguido por las autoridades rusas porque es periodista y estadounidense”, denunció entonces el mandatario.
Antes de que Turquía confirmara el canje, la ONG Reporteros Sin Fronteras se había declarado este jueves “inmensamente aliviada” por la eventual liberación del periodista.
“La continua política del gobierno ruso de tomar rehenes es indignante. Los periodistas no son espías y nunca deben ser objeto de ataques con fines políticos”, agregó la oenegé en un comunicado.
Otros prisioneros liberados
Washington también trabajó entre bastidores para conseguir la liberación del exmarine Paul Whelan, de 54 años, y quien, además, tiene las nacionalidades británica, irlandesa y canadiense.
Whelan, detenido en Moscú desde diciembre de 2018 por “espionaje”, acusaciones que rechaza, figura entre los detenidos que recientemente han “desaparecido” de las cárceles rusas.
Entre los desaparecidos también se encuentra el periodista y activista Vladimir Kara-Murza, de 42 años, que tiene la nacionalidad rusa y británica. El miércoles, sus abogados afirmaron que desconocían su paradero y que se les denegó en dos ocasiones el acceso a las instalaciones en las que supuestamente estaba recluido.
Kara-Murza, que se pronunció en contra de la invasión rusa de Ucrania, cumple una condena de 25 años en Siberia por traición y otros cargos. Está aquejado de una neuropatía y a principios de mes ingresó en un hospital de la prisión, para unas revisiones.
En cuanto a Eslovenia, que también figura en la lista facilitada por Ankara, un tribunal condenó a más de un año y medio de cárcel a dos rusos acusados de espiar para Moscú, pero luego ordenó que fueran expulsados del país.
Las detenciones de estadounidenses en Rusia aumentaron en los últimos años. Con esta táctica, el Kremlin busca, según Washington, conseguir la liberación de rusos condenados en el extranjero.