Uno de los sectores que realizaron acciones fue el de las y los jóvenes estudiantes, quienes reconocieron que este ejercicio es útil para enfrentar sismos como los ocurridos los 19 de septiembre de 1985 y 2017, sin embargo, resaltaron que no todos realizaron de manera efectiva.
Este 2024, el simulacro se realizó bajo la hipótesis de un sismo de magnitud 7.5, con epicentro en Acapulco, Guerrero, que proyectó efectos moderados en Ciudad de México.
Para Nohemí, estudiante de Michoacán, quien acudió a la UNAM a un curso, señaló que en el sismo de hace siete años toda su escuela permaneció en alerta, pero pocos siguieron un protocolo.
“Todos salieron como a la carrera, entonces sí fue como de miedo, pero todo salió bien”, expresó.
Estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la UNAM coincidieron que, si bien hay participación en los ejercicios, falta más cultura de prevención y actuación ante algún fenómeno natural o siniestro.
Para el estudiante Julio Herrera se deben seguir estos protocolos de manera adecuada, a fin de disminuir los riesgos: “Creo que no estamos preparados, para estos efectos naturales, pero estos simulacros nos deben de ayudar”.
“Primordial identificar zonas de alto riesgo”
Y es que conocer las acciones para evitar alguna tragedia son indispensables en cualquier lugar, así lo reconoció José Arturo Morales, estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras, quien recomendó identificar las zonas de alto riesgo, así como la ruta más rápida para desalojar los edificios.
En ello coincide Rodrigo, amigo de Arturo Morales, también estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras, quien reconoció que con su familia aplica un protocolo que incluye desalojar su domicilio de manera ordenada, cerrar las llaves de gas y bajar los interruptores de electricidad, portar un botiquín de primeros auxilios.
En Ciudad de México, participaron alrededor de 8.4 millones de personas en el el Simulacro Nacional 2024, con el objetivo fue fortalecer las capacidades de respuesta y evaluar los protocolos de actuación dentro de sus respectivos ámbitos de competencia, además de fomentar la cultura de la protección civil.