Economía

México mantendrá su postura contra el cultivo de maíz transgénico: Berdegué

Berdegué enfatizó la urgencia de abordar la crisis del agua en el país, dado que la agricultura consume el 75% de este recurso.

El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, confirmó que el Gobierno de México no autorizará el cultivo de ningún tipo de maíz transgénico.

Esta declaración se alinea con la Estrategia Nacional de Soberanía Alimentaria, la cual busca garantizar la producción y el acceso a alimentos sanos y asequibles para la población mexicana.

En entrevista para el noticiario Punto de Referencia, Berdegué enfatizó la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum, es muy clara, muy firme y no va a cambiar.

“No va a haber maíz transgénico en México. No se va a autorizar el cultivo de ningún tipo de maíz que sea transgénico. Además, no queremos consumir maíz transgénico; a los mexicanos nos gusta nuestro maíz como siempre lo hemos tenido”, enfatizó.

Este enfoque se enmarca dentro de un plan más amplio para impulsar la producción nacional de alimentos, priorizando el maíz blanco, que se cultiva de manera tradicional en el país y es fundamental para la elaboración de la tortilla, un alimento básico en la dieta mexicana.

Crisis de agua

En el marco de esta estrategia, Berdegué enfatizó la urgencia de abordar la crisis del agua en el país, dado que la agricultura consume el 75% de este recurso.

En este sentido, la Secretaría de Agricultura busca implementar prácticas más sostenibles que no solo protejan los recursos hídricos, sino que también beneficien a los pequeños y medianos productores.

“Debemos hacer un uso muy eficiente del agua para reducir ese consumo sin dejar de producir”, indicó el secretario.

Berdegué también destacó la importancia de establecer un diálogo abierto con todos los actores de la cadena productiva del maíz.

“Vamos a empezar escuchando, más que llegar diciendo lo que queremos que hagan los demás”.

Este enfoque colaborativo busca alcanzar acuerdos que beneficien tanto a los productores como a los consumidores.

Con esta decidida postura, el Gobierno mexicano se compromete a proteger el patrimonio agrícola nacional y a garantizar que los alimentos que consumimos sean producidos de manera responsable y sostenible, reafirmando la identidad y la cultura alimentaria del país.

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