El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, viajó de urgencia a Bruselas para sostener reuniones con aliados sobre el flujo de ayuda militar a Ucrania ante el conflicto con Rusia.
“[Se reunirá] con sus pares de la OTAN y de la Unión Europea para debatir sobre la ayuda a Ucrania en su defensa ante la agresión de Rusia“, declaró el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en un comunicado.
Esto se da luego de la elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos, Blinken, es el mayor representante diplomático del gobierno del saliente presidente Joe Biden.
Y es que la elección del expresidente Trump el pasado 5 de noviembre, sumada a una crisis política en Alemania, aumentó los temores en Europa sobre el futuro de la asistencia de los aliados a Ucrania.
En el pasado, Trump expresó su admiración por el presidente ruso, Vladimir Putin, y ha cuestionado los 175 mil millones de dólares en asistencia estadounidense comprometida para Ucrania desde la invasión de Moscú en 2022.
Trump ha presumido que puede poner fin a la guerra en un día, probablemente forzando a Ucrania a realizar concesiones territoriales, aunque Mike Waltz, según la prensa, su futuro asesor de seguridad nacional, ha dicho que Trump también puede presionar a Putin.
Las elecciones en Estados Unidos se celebraron cuando Ucrania recibía informes de que tropas norcoreanas fueron enviadas al terreno para luchar por Rusia, según fuentes de inteligencia estadounidense.
La posición más fuerte posible
La administración Biden ya dejó en claro que planea en las semanas que le quedan sacar adelante los más de 9 mil millones de dólares de fondos restantes asignados por el Congreso para armas y otra asistencia de seguridad a Ucrania.