Estados Unidos entregará a Ucrania minas terrestres antipersonal para usarlas en su lucha contra Rusia.
La comunidad internacional adoptó una convención en 1997 para prohibir el uso, producción, almacenamiento y transferencia de estas armas para evitar que los civiles sufran el impacto durante las guerras y cuando lleguen a su fin. En su mayoría, estas minas son causa de amputaciones y muertes.
Tras el anuncio por parte del Gobierno del presidente Joe Biden, la organización Human Rights Watch (HRW) expresó su consternación, como cofundadora de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres hace 30 años.
“Estados Unidos y Rusia no son parte de la prohibición internacional de las minas terrestres, pero Ucrania sí lo es. Tememos que al aceptar y utilizar estas minas terrestres antipersonal, Ucrania violará el tratado”, externó Mary Wareham, subdirectora de la División de Crisis, de HRW.
Pero no solo eso, desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022, el Gobierno de Kiev denunció la presencia de estas minas en su territorio y en abril de este año, el Ministerio del Interior reportó que una cuarta parte del suelo está contaminado con este tipo de explosivos, poniendo en riesgo la vida de sus habitantes.
“La gran mayoría de las personas que mueren o resultan heridas por las minas terrestres antipersonal son civiles, aproximadamente un tercio de los niños. Y por lo tanto, es un arma inaceptable a los ojos de 164 países que se han sumado a la prohibición internacional de las minas terrestres”, denunció Mary Wareham.
Cientos de víctimas por minas terrestres
El Monitor de Minas Terrestres reportó que, en el 2022, en Ucrania hubo más de 600 víctimas a causa de la explosión de minas terrestres.
Human Rights Watch puso en duda la información que proporcionó Estados Unidos de que las minas que entregará a Ucrania se desactivarán en un máximo de dos semanas y que no representan una amenaza para la población civil.
“Estados Unidos todavía acumula minas terrestres antipersonal en su inventario, y esos tipos tienen ahora aproximadamente tres décadas de antigüedad, si no es que más. Así que se trata de minas antipersonal obsoletas y antiguas que estaban destinadas al bote de la basura. No hay nada sofisticado en estas funciones de autodestrucción o autodesactivación. Nos preguntamos si seguirán funcionando después de todos estos años”, precisó.
Y concluyó que son armas desacreditadas y rechazadas por la comunidad internacional, sin importar el tipo de tecnología que utilicen.