Un tribunal en Francia declaró culpable a Dominique Pelicot de drogar y abusar sexualmente de Gisèle Pelicot durante casi 10 años y de invitar a decenas de desconocidos a violentarla sexualmente mientras ella se encontraba inconsciente en su casa.
El tribunal le dictó una pena de 20 años de prisión, aunque al término de dos tercios podría optar a la libertad condicional, en el caso que ha consternado al mundo y convertido a la víctima, Gisèle Pelicot, en símbolo de valentía y resistencia.
“Señor Pelicot, lo declaramos culpable de violación con agravantes”, declaró Roger Arata, el presidente del tribunal.
Durante los tres meses que duró el juicio Dominique Pelicot, de 72 años, se declaró culpable de los cargos y pidió perdón a su familia.
De manera específica, esto es lo que dictaminó el Tribunal de Francia:
- Dominique Pelicot fue sentenciado a 20 años de prisión por violación agravada, realización y distribución de imágenes de Gisèle Pelicot, de su hija mayor, Caroline, y de las esposas de sus hijos.
- Los otros 50 acusados recibieron penas de entre 3 y 15 años, inferiores a lo que pidieron los fiscales. 46 fueron declarados culpables de violación, dos fueron declarados culpables de intento de violación y dos 2 fueron declarados culpables de agresión sexual.
“Respeto la sentencia. Pienso en las víctimas no reconocidas, cuyas historias permanecen a menudo en la sombra. Quiero que sepan ustedes que compartimos el mismo combate”, dijo Gisèle en una breve declaración a la prensa.
Gisèle: símbolo de valentía
Gisèle Pelicot, de 72 años, renunció a su derecho al anonimato durante el juicio y exigió que los vídeos de los abusos en serie, grabados por su exmarido, fueran vistos en el tribunal, argumentando que esperaba que esto ayudara a otras mujeres a denunciar.
El caso de este juicio desencadenó protestas en Francia en apoyo a Gisèle y provocó un debate sobre actualizar la ley francesa de violación que no menciona que las relaciones sexuales deban ser consentidas.
Gisèle encaró a sus agresores con una gran determinación en el tribunal, todos los días y apuntó que “la vergüenza cambie de bando”, de la víctima al abusador sexual.