La Comisión Europea prohibió el uso de bisfenol A (BPA), sustancia química, en recipientes como botellas de plástico o latas de metal que estén en contacto con alimentos debido a sus efectos “potencialmente nocivos para la salud”.
Estas restricciones buscan que esta sustancia química ya no sea utilizado en el recubrimiento utilizado en las latas de metal y a su uso en artículos de consumo como botellas de plástico reutilizables para bebidas, neveras de distribución de agua o utensilios de cocina.
Este material ya está prohibido en algunos productos comercializados en la Unión Europea (UE) como es el caso de los biberones, por lo que el retiro de esta sustancia debe realizarse en un periodo de 18 meses.
Este compuesto química puede llegar a alterar el sistema endocrino y sus posibles vínculos con enfermedades como cáncer, diabetes y trastornos hormonales.
La prohibición llega tras el voto favorable de los Estados miembros de la UE y un periodo de examen por parte del Consejo y el Parlamento Europeo. Este consenso subraya la prioridad de los organismos europeos de velar por la seguridad alimentaria y la salud pública.
Para los consumidores, esta medida representa un avance significativo en la reducción de la exposición a sustancias potencialmente dañinas; sin embargo, para la industria, supone un reto en términos de innovación y adaptación a materiales alternativos.
Por esta razón, se aplicarán excepciones limitadas cuando no existan alternativas seguras disponibles y periodos de transición cuando no supongan un riesgo para los consumidores, a fin de permitir a la industria adaptarse y evitar posibles alteraciones en la cadena alimentaria.
Esto debes saber sobre el bisfenol A
El BPA es una sustancia química que se usa para fabricar plásticos y resinas, y que se encuentra en muchos productos de consumo, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) :
- Plásticos de policarbonato, como botellas de bebidas reutilizables y dispensadores de agua
- Resinas epoxídicas, que se usan para recubrir latas y cubas de alimentos y bebidas
- Papel térmico, como el de los recibos de compra
- Cloruro de polivinilo (PVC), que se usa en ventanas, tuberías y muebles
- Cascos de protección de bicicletas y otros equipos deportivos
- Cristales antibalas
- Piezas de fibra de carbono, fibra de vidrio o kevlar
El BPA se considera una sustancia peligrosa porque puede dañar la fertilidad, causar daños oculares, reacciones alérgicas en la piel e irritación de las vías respiratorias. También se ha relacionado con el cáncer de mama y de ovario, así como con problemas inmunitarios, tiroideos y metabólicos.