Utilizado desde la industria espacial, como anestésico y en las lámparas de su cocina, el gas xenón (Xe) pudiera ser también una arma secreta en la interminable lucha contra el Alzheimer.
El xenón es un componente normal del aire que respiramos, pero a una concentración menor a 0.1 partes por millón, es decir, menos que insignificante.
Wesley Brandao y un amplio equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad General Brigham y de la Universidad de Washington, dieron a respirar gas xenón a ratones de laboratorio con Alzheimer.
Estos animalitos fueron parte de un experimento, en el que les dieron a respirar aire con 30% de concentración de gas xenón por 40 minutos.
El resultado fue que algunas células cerebrales llamadas microglía se activaron para proteger el cerebro, y propiciaron una disminución en la acumulación de las placas amiloides, que son las proteínas que se acumulan deteriorando el cerebro de los pacientes de Alzheimer.
Esto significa que con dicho estudio se descubrió que la inhalación de gas xenón suprimía la neuroinflamación, reducía la atrofia cerebral y aumentaba los estados neuronales protectores en modelos de ratón de la enfermedad de Alzheimer.
Los resultados se publicaron en Science Translational Medicine y a principios de 2025, los efectos fueron tan alentadores que comenzará un ensayo clínico de fase 1 del tratamiento en voluntarios sanos en el Hospital Brigham.
“Es un descubrimiento muy novedoso que demuestra que simplemente inhalar un gas inerte puede tener un efecto neuroprotector tan profundo”, dijo el autor principal y coautor correspondiente Oleg Butovsky, PhD, del Centro Ann Romney de Enfermedades Neurológicas del Hospital Brigham and Women’s (BWH), miembro fundador del sistema de atención médica Mass General Brigham.
“Una de las principales limitaciones en el campo de la investigación y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer es que resulta extremadamente difícil diseñar medicamentos que puedan atravesar la barrera hematoencefálica, pero el gas xenón sí lo hace. Esperamos ver este novedoso enfoque probado en humanos”, agregó el investigador.
¿Qué es el Alzheimer?
Los especialistas resaltan que en la actualidad las causas de la enfermedad de Alzheimer no se comprenden por completo y que no existe cura, pero, sin duda, se necesitan desesperadamente tratamientos más efectivos.
La enfermedad de Alzheimer, caracterizada por acumulaciones de proteínas en el cerebro, incluidas tau y amiloide, altera la comunicación de las células nerviosas y causa anomalías cerebrales progresivas que conducen al daño neuronal y, en última instancia, a la muerte.
La importancia de las microglia, es que estas células inmunitarias primarias y más prominentes del cerebro, actúan como “primeros intervinientes” cuando algo sale mal en el cerebro y desempeñan un papel clave en la regulación de la función cerebral en todas las fases del desarrollo.
Es por ello que los investigadores señalan que la desregulación de la microglia es un componente clave de la enfermedad de Alzheimer.