La Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) había convocado a una reunión extraordinaria para este 30 de enero con miras a discutir las tensiones migratorias entre Colombia y Estados Unidos. Este martes anunció su cancelación.
El gobierno de Honduras, dado que ostenta la presidencia pro témpore de la Celac, mediante su Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, anunció la decisión por falta de consenso entre los países miembros.
“Honduras lamenta que en el caso de Haití y en esta crisis humanitaria de los migrantes nuevamente recibimos la oposición sistemática de países miembros, que han privilegiado otros principios e intereses diferentes a los de la unidad de la región latinoamericana y caribeña como Comunidad”, indicó la dependencia centroamericana en un comunicado.
Cancelo la reunión del 30 de enero de 2025, debido a la falta de consenso. Adjunto el comunicado oficial en mi calidad de Presidenta pro tempore de la CELAC. pic.twitter.com/Xp8WCSwCX7
— Xiomara Castro de Zelaya (@XiomaraCastroZ) January 29, 2025
La Celac, recordó Honduras, “solo adopta decisiones por consenso”, por lo que, dado el caso, determinó la suspensión del llamado de jefas y jefes de Estado a reunirse el 30 de enero a las 11:00 horas.
El país centroamericano recordó que el llamado a la reunión extraordinaria se emitió por solicitud del presidente de Colombia, Gustavo Petro, luego de que el domingo 26 de enero se enfrentó a su par estadounidense, Donald Trump, por una controversia en la expulsión de personas colombianas desde suelo norteamericano.
“Los migrantes y sus derechos, tanto en el tránsito hacia el país receptor como dentro de las leyes de los Estados Unidos, igual los efectos y el impacto social y económico en toda la región que va a ocasionar las deportaciones masivas anunciadas constituyen una preocupación común que se debe abordar con objetividad y responsabilidad”, manifestó Tegucigalpa.
En su comunicado, Relaciones Exteriores de Honduras recordó que, pese al llamado inicial de Petro, Bogotá y Washington alcanzaron acuerdos en las horas siguientes a las amenazas cruzadas.