
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) informó que cuatro personas se infectaron de cólera tras consumir agua bendita importada desde Etiopía, mientras que otras tres contrajeron la enfermedad durante viajes al país africano.
Esto se vincula a brotes recientes en África oriental y central, el cual inició en Etiopía en 2022, y hasta el 9 de febrero de 2025 se habían notificado 58 mil 381 casos y 726 muertes.
El 6 de febrero de 2025 se registró un rebrote en la región de Amhara, con 163 casos y 3 muertes.
Una fuente de contaminación identificada es el pozo sagrado de Bermel Giorgis, situado en el distrito de Quara, lugar de peregrinación donde los visitantes consumen o se bañan en el agua por motivos espirituales y a menudo la llevan a casa.
En Alemania tres personas fueron notificadas como sospechosas de padecer cólera el 25 de febrero de 2025. Dos de ellas habían viajado a Etiopía en enero y adquirido agua del pozo sagrado de Bermel Giorgis.
A su regreso, ambas consumieron el agua. Una tercera persona recibió salpicaduras de agua en la cara y posiblemente ingirió parte de ella.
A principios de febrero, los tres desarrollaron síntomas y fueron hospitalizados; uno requirió cuidados intensivos, pero todas las personas se recuperaron.
En el Reino Unido, la Agencia de Seguridad Sanitaria identificó cuatro pacientes. Dos habían viajado recientemente a la región de Amhara, y uno mencionó específicamente un viaje de 9 días a Bermel Giorgis.
Un tercer paciente no había viajado, pero bebió agua bendita traída por el cuarto paciente, quien también enfermó tras consumirla en el Reino Unido. Tres de ellos fueron hospitalizados, uno en cuidados intensivos.
El análisis genético de las bacterias en las muestras de heces de los casos del Reino Unido demostró que pertenecían al multirresistente de Vibrio cholerae O1 (cólera), relacionado anteriormente con brotes en Kenia y el África subsahariana.
Los aislados etíopes secuenciados en Alemania y el Reino Unido tenían el mismo perfil de resistencia a los antimicrobianos que las muestras bacterianas obtenidas recientemente de residentes británicos, indicando que la cepa multirresistente que circulaba en África se había transmitido a Europa.
Los viajeros deben evitar el consumo de agua no tratada y seguir las recomendaciones sanitarias al visitar zonas con brotes activos de cólera.