
En reunión extraordinaria, la Comisión de Seguridad del Senado de la República aprobó, por mayoría, la Estrategia Nacional de Seguridad Pública 2024-2030, la cual delinea las bases para garantizar la seguridad y la paz social en el país.
Dicha estrategia establece la planeación y ejecución de políticas y acciones enfocadas a prevenir, investigar y combatir la incidencia delictiva y la impunidad en territorio nacional.
El documento enviado al Senado por la presidenta Claudia Sheinbaum, consta de cuatro ejes:
El primero se centra en la atención a las causas de la violencia con mayor proximidad social de las policías locales y el fortalecimiento y coordinación entre autoridades de seguridad y la sociedad civil.
El segundo eje propone consolidar la Guardia Nacional como fuerza de seguridad pública.
El tercero plantea fortalecer los métodos de inteligencia y la investigación con el objetivo de disminuir la incidencia delictiva de alto impacto. También busca neutralizar a las personas generadoras de violencia y las redes criminales.
Y finalmente, el cuarto sugiere coordinación absoluta en el Gabinete de Seguridad y los tres órdenes de gobierno, así como el fortalecimiento del secretariado ejecutivo del sistema nacional de seguridad pública.
Al analizar el proyecto, legisladores del grupo mayoritario coincidieron en que la estrategia ataca las causas estructurales que generan la violencia.
Apuesta por el Bienestar como condición para tener paz. Es una estrategia que además de atender las causas estructurales también apuesta por el fortalecimiento del Estado mexicano, ampliando las capacidades institucionales y su presencia en el territorio, particularmente en las regiones más afectadas por la violencia y en aquellas donde no existen cuerpos policiales locales aprovechando la cobertura de la guardia nacional.
Luis Fernando Salazar, senador de Morena
La oposición voto en contra y en abstención al argumentar que la estrategia no prioriza la seguridad en la totalidad de los municipios del país.
El dictamen avalado ya está listo para someterse a votación en el pleno de la Cámara Alta.