A diferencia de sus predecesores, el papa Francisco decidió que, al morir, su cuerpo fuera colocado en la Basílica de Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas papales, lo que la convierte en uno de los templos católicos más importantes.
Su construcción inició en el año 360 y se trata de la principal y más antigua basílica dedicada a la virgen María.
Debido a su antigüedad, y a las modificaciones que se le hicieron a lo largo del tiempo, contiene piezas de grandes etapas del arte cristiano romano, desde el periodo paleocristiano hasta el bizantino.
Cuenta con tres naves, ricamente adornadas con mosaicos que retratan la infancia de Cristo, además de un piso de mármol de la época medieval; su campanario mide 75 metros y es el más alto de Roma.
Basílica de Santa María la Mayor y el sueño del papa Liberio
Se dice que la virgen María se le apareció en sueños al papa Liberio, durante una terrible sequía en Roma, y poco después cayó una nevada en el lugar en que se construyó la basílica, según esa historia, el primer plano de la iglesia se dibujó en la nieve.
Además, se presume que en este templo se encuentran los restos del pesebre de Jesús.
Estrecha relación con el papa Francisco
El papa Francisco tuvo una relación muy estrecha con esta basílica. Desde antes de ser pontífice, dedicaba los domingos que pasaba en Roma a rezar ahí.
También fue la iglesia a la que asistió en su primer día de papado y a la que acudía en cada ocasión en que salía o regresaba a Roma para un viaje papal.
La tumba del papa Francisco
La tumba del papa Francisco se colocará en el pasillo lateral de la Basílica Papal de Santa María la Mayor, entre la Capilla Paulina, que protege el icono de la Salus Populi Romani, y la Capilla Sforza, cerca del altar lateral dedicado a San Francisco de Asís.
Su lápida será sobria y discreta. Consistirá en una simple losa de piedra liguria, grabada con el nombre “FRANCISCUS”, con un relieve de 12 centímetros del plano del piso, mientras que en la pared frontal habrá una reproducción ampliada de la cruz de pecho que solía llevar el Papa.
