
El ministro de finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, declaró que “una victoria de su país sobre Gaza” implicaría la destrucción total del territorio y el desplazamiento forzado de sus habitantes.
Detalló que su plan establece que “los civiles serán enviados al sur, a una zona humanitaria, sin Hamás ni terrorismo, y desde allí comenzarán a salir en grandes cantidades hacia terceros países”.
En contraparte, el jefe negociador del ejército israelí, Nitzan Alon, alertó que ese plan pone en riesgo a los 59 rehenes que permanecen cautivos en Gaza.
La preocupación la comparten los familiares de los rehenes, quienes exigen que termine la incursión israelí.
“Todas las familias están cansadas. Todas las familias están asustadas por esta nueva maniobra (militar) porque no hay garantía de que nos lleve a donde las familias y el pueblo de Israel quieren, que es el regreso del último rehén”, dijo Ruby Chen, padre del rehén Itay Chen.
En tanto, Hamás descartó dialogar con Israel sobre la liberación de los rehenes, debido a la “guerra de exterminio y hambre” que, dijo, ha desatado contra el pueblo gazatí.

Israel alista una nueva ofensiva para la conquista del territorio de Gaza
Ayer martes, Israel planeaba una nueva ofensiva contra la Franja de Gaza que tiene por objetivo “conquistar” la región poco a poco y expulsar a la población palestina.
De acuerdo con una declaración de Benjamin Netanyahu, habrá un cambio en la estrategia: el ejército israelí pasaría de hacer incursiones en Gaza a tomar territorios y permanecer allí.