En junio de 1975, Año Internacional de la Mujer –nombrado así por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)–, se realizó en Ciudad de México, la Primera Conferencia Internacional de la Mujer. La siguiente fue en 1980, en Copenhague. Este evento marcó una pauta importante pues congregó a líderes y delegados/as mundiales y estuvo auspiciado por la ONU y el gobierno mexicano. El objetivo fue replantarse el papel de las mujeres en las cotidianidades y en el mundo, para reconocerlas como productoras y agentes de cambio. Además, la Conferencia dio pie a la generación de nuevas políticas públicas que se han consolidado a lo largo de los 45 años. Por esa razón se develó una placa conmemorativa en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (antes instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores), en marco del Encuentro Nacional de Mujeres Constructoras de Paz, organizado por el Instituto Nacional de las Mujeres (InMujeres) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). La lectura de la placa estuvo a cargo de Nadine Gasman Zylbermann, presidenta del Inmujeres, quien, al recordar que hace 45 años Tlatelolco fue la sede de la Conferencia, destacó que México está viviendo un momento propicio en el que las mujeres tienen un papel relevante en la transformación del país y en el proyecto de la administración actual. Recordó que, en los setenta, las mujeres “todavía no estaban en el imaginario colectivo [en] las políticas públicas”, por lo que celebró que en la actualidad se han visto cambios sustanciales aunque persisten los desafíos para erradicar la violencia hacia las mujeres.
Mujeres, fundamentales en procesos de paz
Belén Saen Luqeu, representante de ONU Mujeres en México, señaló que pese a las resoluciones de Naciones Unidas, la participación de las mujeres en los procesos de paz es reciente. Recordó el ejemplo de Colombia en cuyos tratados, entre el gobierno y las FARC, la participación de las mujeres fue fundamental en el proceso de negociación, porque fue la primera vez en que se reconoció que las mujeres colombianas eran de las más afectadas por el conflicto. Además, enfatizó que gracias a la organización que hubo por parte de mujeres de la sociedad civil, universitarias y organismos internacionales, fue la primera vez que participaron en ese proceso de paz. Asimismo, María del Sol Sánchez, Oficial Nacional de Programas de PNUD, señaló que para este organismo es fundamental la erradicación de la violencia de género y el empoderamiento de las mujeres, centrados desde una perspectiva de derechos humanos, son objetivos de desarrollo de la agenda sostenible. Para lograrlo, dijo, es necesario hacer hincapié en fortalecer lazos de trabajo desde las comunidades y en programas centrados en género en las, experiencias, necesidades y contribuciones de las mujeres.Relató que la estrategia de la construcción de paz “se basa en la experiencia internacional que promueve el fortalecimiento de las mujeres en pacificación y procesos de paz, por ello desde 2020 hemos apoyado la iniciativa para mejorar la vida de las mujeres y de manera exponencial se fortalecerá a las comunidades”, señaló.En plena coincidencia, las y los ponentes del encuentro reconocieron que continúa pendiente la eliminación de la violencia hacia las mujeres en el país, ya que hasta octubre de este año se recibieron más de un millón 40 mil llamadas relacionadas con la violencia de género y todos los días hay 10 feminicidios, según datos del Secretariado Ejecutivo. En el evento también participaron Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana; Leonel Efrén Cota, secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública; Sandibel Casarrubas, representante de la red MUCPAZ de Zitlala, Guerrero; Eric Mayoraz, embajador de Suiza en México y presidente de la Mesa de Cooperación Internacional para la Igualdad de Género en México.