Amanda Muñoz es trabajadora sexual de la avenida Puente de Alvarado, en Ciudad de México. Está luchando por tener un espacio digno en dónde ejercer su trabajo, pues las autoridades han cerrado los hoteles de la colonia Guerrero y Tabacalera. Desde el sábado pasado iniciaron operativos y redadas de la Fiscalía capitalina y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en dichas colonias, ahora también estos lugares permanecen cerrados ante la nueva variante de COVID-19.
“Queremos trabajar porque es nuestro derecho. Pero si nos cierran los hoteles no tenemos en donde y nos van a orillar a cometer faltas administrativas”, dijo Amanda a Once Noticias.Ella como muchas otras mujeres dedicada a este oficio es jefa de familia y mucha gente depende su salario. “Nosotras como trabajadoras sexuales estamos en contra de la explotación sexual, pero como trabajadoras independientes exigimos que nos tomen en cuenta y que no corten de tajo nuestras labores, tiene que entender que nosotras no tenemos prestaciones ni seguro ni ningún apoyo que realmente sirva y muchas de nosotras tenemos que llevar el sustento diario a la casa. Si un día dejamos de trabajar ese día no comemos”, declaró Amanda. Señalaron que ellas generan ganancias que forman parte de la mayor Población Económicamente Activa (PEA), el comercio informal, pues señalaron que gracias al trabajo sexual subsiste todo un mundo de personas. Lo que exigió Amanda es que este oficio se reconozca como una de las grandes fuentes de empleo en Ciudad de México, ya que son muchísimas personas las que se ocupan en el trabajo sexual. También mencionó que el propio trabajo funciona como una válvula de escape a la violencia familiar.
“Con nosotras son hipócritas porque se burlan y nos denigran, pero a la mera hora sí usan nuestros servicios y sí nos cobran nuestros impuestos. Nosotras cumplimos con todas las obligaciones que tenemos como ciudadanas, pero a la hora de ver por nuestros derechos nos ignoran y somos condenadas por nuestro trabajo”.Desde el sábado, cuando comenzaron con los operativos señalaron que se cometieron atropellos y abusos de autoridad, pues cuando las autoridades entraron a los hoteles y las golpearon y robaron, sin embargo señalaron que en esas colonias no hay tratantes de personas pues todas son trabajadoras independientes que se conocen de antaño. “Yo tengo 20 años trabajando en este lugar y hay personas de la tercera edad que tiene muchísimo tiempo trabajando aquí. Cómo vamos a ser explotadas si somos las mismas de siempre las que estamos paradas, todas nos conocemos desde hace años, no es posible que con ese pretexto vengan a golpearnos y a extorsionarnos solamente por nuestro trabajo”, declaró Amanda Muñoz. Las trabajadoras sexuales terminan formando parte de la comunidad en donde trabajan, pues saben que lo más importante es estar bien con el vecino donde ellas se paran, porque son ellos con quienes tendrán que convivir durante las diferentes jornadas laborales. Es por eso que una de las reglas de oro en la calle es nunca ofrecer sus servicios a los vecinos de las colonias en donde trabajan. Tras el cierre de los hoteles ahora tienen que desplazar, fuera de los lugares conocidos.
“Con los operativos espantan a los clientes y los alejan, porque nadie se quiere meter en problemas, lo mismo pasa con los hoteles que no los dejan pasar, es porque nadie quiere tener conflictos con la autoridad, pero desde ese día no hemos comido, y no es porque no generemos en este oficio, sino porque no nos dejan trabajar, está pasando lo mismo que en la primer parte de la pandemia cuando nos pusieron entre la espada y la pared, y tuvimos que salir a manifestarnos por nuestros derechos”, concluyó Amanda.