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Antonio y Gilberto, las otras víctimas de Genaro García Luna

Todo se remonta al 16 de julio de 2000, cuando el cuerpo de Paola Gallo se encontró en Morelos, en el municipio Emiliano Zapata.

El caso de Israel Vallarta no sería el único montaje de Genaro García Luna e Isabel Miranda de Wallace, Antonio Barragán y Gilberto Aguirre señalan ex secretario de Seguridad como uno de los artífices del caso por el que terminaron presos.

Antonio y Gilberto eran jornaleros y militantes de la Organización Campesina de la Sierra del sur, en Guerrero, migraron a Baja California tras la masacre de Aguas Blancas.

“En el aeropuerto se me acercó y me dijo, dice, ¿tú sabes quién soy yo? Me dicen el comandante Gallo. Dice, yo soy el papá de una muchacha que mataron allá, que la secuestraron y la mataron. Le digo, ah, no sé, pero yo no sé nada de eso. Y, este, pues él era uno de los que me torturaban”, narró una de las víctimas de García Luna, Antonio Aguirre Bahena

Antonio Barragán Carrasco, es otro de las víctimas que compartió lo que le hicieron.

“Se llama Eduardo Gallo y Tello. Este es el que me torturó, este señor fue el que me fabricó el delito en compañía de Genaro García Luna”, comentó.

En 2001 y 2002, Antonio y Gilberto fueron detenidos por Eduardo Gallo, un civil que, sin orden de aprehensión y con el apoyo de policías ministeriales de Baja California y Morelos, los aprehendió y luego los acusó del secuestro y asesinato de su hija, Paola Gallo Delgado.

Eran tiempos de Vicente Fox, y los del encumbramiento de García Luna en las corporaciones policiacas del país, primero en la Policía Federal Preventiva, luego en la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).

“Genaro García Luna le prestó 17 camionetas a Eduardo Gallo y le prestó dos helicópteros para que se moviera para investigarnos y para detenernos”, detalló Barragán Carrasco.

Todo se remonta al 16 de julio de 2000, cuando el cuerpo de Paola Gallo se encontró en Morelos, en el municipio Emiliano Zapata.

Ese mismo día se localizaron, en Ocotepec, los cadáveres de tres hombres, presuntamente implicados en el secuestro.

Investigaciones de organizaciones civiles y periodísticas señalan que los secuestradores fueron abatidos en un operativo fallido comandado por la policía federal, enviados por García Luna.

Sugieren que el mismo Eduardo Gallo fue el ejecutor de esos asesinatos.

La versión de las autoridades fue otra, que Paola murió a causa de un fuego cruzado entre integrantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR) y del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).

Ahí entra la historia de Antonio y Gilberto, quienes fueron señalados de pertenecer a esas células y con ello fabricarles todo el caso.

“Pero, este señor se encargó de decirme que yo pertenecía a grupos guerrilleros, a grupos armados, que yo era un integrante del EPR”, recordó Barragán Carrasco.

El apoyo de García Luna era tal que a Eduardo Gallo que le permitía ingresar al penal de Atlacholoaya para torturarlos.

“Y ahí estaba el señor Eduardo Gallo, estaba armado, por cierto estaba amenazando de que en el cereso podía entrar él a torturarme la vez que él quisiera”, expuso Aguirre Bahena.

Barragán Carrasco añadió que, una vez, le dijo, “traigo cinco horas para partirte tu madre, le pagué cinco horas al director me golpearon las cinco horas”.

Gilberto Aguirre fue sentenciado a 40 años acusado del homicidio de los presuntos captores de Paola. Fue preliberado en 2023 tras pasar 23 años en prisión.  

“Los delitos que ellos cometieron es ser pobres y no haber podido llevar legalmente o pagar un abogado para que ellos pudieron haber salido a la mejor o haber reducido sus condenas”, comentó Norma Mesino, de la Organización Campesina de la Sierra del Sur.

Antonio fue sentenciado a 118 años por el secuestro y homicidio de Paola; también se le fincó la responsabilidad del asesinato de los presuntos secuestradores.

Lo único que lograron comprobarle es la tortura que sufrió en manos de autoridades y de Eduardo Gallo, a través del Protocolo de Estambul.

Con la reciente liberación de Israel Vallarta, tras el montaje que cree de su detención Genaro García Luna, Antonio tiene un halo de esperanza.

“Me llena de esperanza saber que Israel Vallarta le dieron su libertad, la fe de que pronto el gobierno federal me pueda dar la libertad”, expresó.

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