En Sudán las autoridades de la región de Darfur dijeron que solo admitirán la propuesta de tregua de Estados Unidos, cuando las Fuerzas de Apoyo Rápido se retiren de la ciudad de Al Fashir y otras localidades bajo su control.
Mientras, sobrevivientes describieron asesinatos masivos de civiles por los paramilitares financiados por los Emiratos Árabes Unidos.
En tanto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) exigió a las Fuerzas de Apoyo Rápido suspender de inmediato los ataques en Darfur.
“Las abominables atrocidades, como ejecuciones sumarias, violaciones y violencia por motivos étnicos, continúan dentro de la ciudad. Y para quienes logran huir, la violencia no cesa, pues las propias rutas de escape han sido escenario de una crueldad inimaginable”, dijo Volker Türk, alto comisionado de la ONU-DH.
De acuerdo con Amnistía Internacional (AI), las Fuerzas de Apoyo Rápido, fundadas hace más de 20 años, son una fuerza paramilitar independiente que combatían en nombre del gobierno de Sudán junto con las Fuerzas Armadas de Sudán.
Fueron fundadas por el expresidente de Sudán, Al Bashir, para aplastar rebeliones en Darfur y desde entonces, los yanyawid y las Fuerzas de Apoyo Rápido, aliados con las Fuerzas Armadas de Sudán, han llevado a cabo campañas de violencia étnica contra comunidades darfuríes.