Dos exfuncionarios estadounidenses fueron acusados en Nueva York, Estados Unidos por presuntamente conspirar y abastecer con drogas y armamento al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Paul Campo, exfuncionario de la DEA y su supuesto cómplice Robert Sensi, enfrenta cuatro cargos federales por narcoterrorismo, terrorismo, distribución de narcóticos y lavado de dinero.
Las autoridades y la propia Corte del Distrito Sur de Nueva York señalaron que Paul acordó lavar hasta 12 millones de dólares para la organización delictiva, además, participó en tres operaciones en la que blanquearon al menos 750 mil dólares en efectivo y lo transformaron en cripto-monedas.
También ofreció asesoría para producir fentanilo y desviar la atención de autoridades, incluso discutió la posible adquisición de armas de uso militar y drones tácticos.
En tanto, Robert, quien aseguran algunos medios es activo de la CIA, pero no cuenta con registros que confirmen un puesto formal, fue identificado por autoridades como punto de enlace inicial que ofrecía al CJNG acceso al exjefe de operaciones financieras de la DEA, refiriéndose a Campo.
Compartió información delicada sobre investigaciones y fuentes de la agencia, y prometió que su contacto tenía la capacidad de proteger al grupo criminal.
Se prevé que la Corte final derive penas para ambos, que alcancen la cadena perpetua.
Aquí en nuestro país, el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, afirmó que solicitó información sobre Campos por los presuntos vínculos con esa organización delictiva.