Ciencia

Se recuperan poblaciones de gorilas de la montaña en Ruanda

En colaboración con el Gobierno de Ruanda, se busca ampliar significativamente la zona de protección de los gorilas de la montaña

Poco a poco se recuperan las poblaciones de gorilas de la montaña, en el Parque Nacional de los Volcanes de Ruanda.

Esta especie que estuvo severamente amenazada en la década de los 70, esta vez lucha por sobrevivir, pues entonces sólo se contaba con 285 individuos, hoy supera el millar de ejemplares.

Sin embargo, con un mayor número de gorilas, también se requiere de más territorio en su hábitat.

Hemos tenido retos, retos para el hábitat, porque hace 60 o 50 años, el parque perdió 54% de su tamaño. Y cuando los esfuerzos se volcaron para tener un lugar para que las poblaciones de gorilas de la montaña se recuperaran hasta alcanzar los números actuales, pero el hábitat no ha cambiado”, dijo Prosper Uwingeli, director del Parque Nacional de los Volcanes, en Ruanda.

Especialistas de la Fundación Dian Fossey para los Gorilas, han documentado conductas violentas entre estos animales, pues pelean constantemente para defender su territorio.

Las interacciones entre ellos han cambiado, en el sentido de que se han vuelto más violentos y durante este periodo hemos tenido un registro de 7 gorilas espalda plateada muertos. Esto es una consecuencia de más grupos habitando en la misma área sin capacidad de expandirse yendo al resto del parque, esto nos deja con más interacciones entre grupos”, comentó Felix Ndagijimana, director de la Fundación Dian Fossey para los Gorilas.

En colaboración con el Gobierno de Ruanda, se busca ampliar significativamente la zona de protección de estos animales, una labor que implicaría la reubicación de al menos 4 mil hogares aledaños al Parque Nacional de los Volcanes.

Estamos logrando que en los próximos 5 o 10 años el parque pueda expandirse 37 kilómetros cuadrados, lo que corresponde a 23% de incremento en el hábitat efectivo del parque”, señaló Prosper Uwingeli.

Los habitantes aseguran que si bien, la reubicación es un proceso complicado, ampliar la zona de conservación puede traerles beneficios por la derrama turística que se genera alrededor de estos primates.

Antes no queríamos a los gorilas y los cazábamos. Los cazábamos porque no pensábamos que tenían tanto valor. Ahora los gorilas son animales respetados, desde que los cuidamos hemos tenido desarrollo, electricidad y mejores construcciones”, mencionó Jean Baptiste Ndeze, habitante de Musanze.

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