El criptoarte se ha ido posicionando como opción de coleccionismo y exhibición de piezas.
A través de NFT’S, tokens no fungibles, cada obra de arte digital se convierte en un archivo criptográfico único, autentificado y rastreable, mediante una cadena de bloques global llamada blockchain. así se evita la duplicación de piezas, recurso común en el mundo virtual.
En México ya se han realizado acercamientos a esta nueva forma de consumir obras. Es el caso de Artcrypted Gallery, colectivo que orienta en transacciones de criptoarte, con la mira al futuro.
“Nuestro trabajo, nosotros fungimos como el vehículo y representante de las obras de los artistas, el vehículo que va a llevar su pieza al coleccionista o al comprador de forma internacional. Así que nos preocupamos por abarcar desde la parte de la gestión, de la logística, de la mercadotecnia, de RP”, Mónica Espinoza, directora de Artcrypted Gallery.
Es una apuesta visionaria que cuestiona paradigmas.
“Estamos repensando el mercado del arte desde el mercado tradicional que enfatiza las piezas físicas. En este caso sería ir en contra de este paradigma en el que ponemos por encima lo tangible de lo inmaterial. Y desde ahí ya es cuestionarnos desde nuestra forma de producción, de investigación, la forma de distribución y la comercialización de las piezas”, agregó.
El valor del criptoarte reside en los mismos estándares que las obras tangibles: autenticidad, rareza y vinculación con un solo propietario.
“Uno se cuestiona cómo es que una pieza que está en internet se va a vender o se va a exhibir. Y ahora el criptoarte o el mercado de los NFT’S es una salida bastante factible para las piezas digitales”, añadió.
a esta incursión se suma elysium nft’s, colectivo de curaduría artística y activos digitales que promueve el criptoarte en distintos mercados.
“Hay mucho escepticismo en el mundo del arte, y sobre todo en el digital… No se entiende muy bien todo lo que se puede hacer en el mundo del arte digital y de los NFT’s ni hasta dónde pueden llegar. Hay artistas emergentes que les gustaría ser exhibidos a nivel mundial y que ahora los NFT’s les dan la posibilidad de poder hacerlo”, Carlos Bello, miembro de Elysium NFT´S.
Recientemente, Elysium colaboró con el artista pedro Friedeberg, en su primera colección de NFT’S, derivada de una serie de pinturas hechas en confinamiento. el hito se presta a elevar exponencialmente el valor de las piezas.
“Hay obras que son del 2017 que valen millones de dólares, te hablo de piedras; y existen obras como ésta, que es con un artista de renombre que apenas comienza, y obviamente mientras más antigua sea tu obra o más de las primeras obras que por ejemplo estamos haciendo ahorita, en un futuro van a tener un valor importante”, dijo Bello.
En últimos años, las subastas de criptoarte han detonado las bolsas.
En marzo pasado, la casa Christie’s vendió el collage “Everydays: The First 5000 Days” del artista estadounidense Beeple, por 69.3 millones de dólares.
A mediados de junio, en México, la Casa Morton ofertó el primer NFT en Latinoamérica; la obra se titula “viva”, y fue elaborada por el artista Juan Carlos Valle. la pieza se vendió en más de 90 mil pesos.
“El mundo de cripto y de lo digital, si no lo han investigado, investíguenlo, porque hacia allá va el futuro. Si ustedes no se montan en este tema digital, seguramente se van a quedar atrás… No tengan miedo, es simplemente investigar bien”, concluyó Carlos Bello.
En la era de internet, el mercado digital se consolida como una promesa; una ventana hacia nuevas formas de concebir el arte.