La canciller saliente, Angela Merkel, dijo que estaba “alarmada” por el resurgimiento de la pandemia de COVID-19 en Alemania, advirtiendo contra “cierta despreocupación”, en una entrevista publicada el sábado.
La evolución actual en los hospitales y el número de muertes “me preocupan mucho (…) Debería preocuparnos a todos”, señaló la canciller a la edición dominical de Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Defendiendo la ausencia de una obligación de vacunación en vigor en el país, se declaró “muy triste” que “dos a tres millones de alemanes mayores de 60 años aún no han sido vacunados. Esto podría ser perjudicial para estas personas y para la sociedad en general”, destacó Merkel, quien dejará su cargo a finales de 2020 después de 16 años en el poder.
Los casos de infección volvieron a aumentar en el país con la llegada del otoño. El sábado, el instituto de vigilancia sanitaria Robert Koch (RKI) registró 21 mil 543 nuevos casos en 24 horas y 90 muertes.
La incidencia de infección aumentó a 145.1 por 100 mil habitantes en siete días, después de los 100 hace una semana.
Según el RKI, 55.5 millones de alemanes están completamente inmunizados contra el virus, es decir 66,7% de la población.
Varios profesionales de la salud han informado en los últimos días de una nueva afluencia de enfermos de coronavirus en los hospitales. La gran mayoría son personas no vacunadas.
Según el presidente de la empresa alemana de hospitales, Gerald Gass, las hospitalizaciones de pacientes con COVID-19 han aumentado 40% en una semana. En cuidados intensivos, el aumento es del 15%.
“Si la evolución continúa, pronto tendremos 3 mil pacientes en cuidados intensivos”, advirtió recientemente en una entrevista al grupo de periódicos regionales Redaktionsnetzwerks Deutschland, y esto dará lugar a “restricciones sobre el funcionamiento normal” de ciertas entidades, como el aplazamiento de operaciones programadas, indicó Gass.
Según un sondeo Forsa encargado por el ministerio de Salud, publicado el jueves, convencer a los reticentes a la vacuna no es fácil. El 65% de las personas no vacunadas entrevistadas dijeron que “en ningún caso” querían recibirla y 23% afirmó que “no estaban dispuestas”.
Finalmente 89% de los encuestados no vacunados dijeron que el riesgo de saturación del servicio de cuidados intensivos en los hospitales no influía en su disposición a vacunarse.