Este lunes, durante el análisis de la reforma eléctrica, dominó el debate sobre cómo las empresas privadas, bajo el pretexto de generar energías limpias, han creado un esquema de corrupción. Funcionarios de la Dirección de Inteligencia Energética de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), denunciaron que trasnacionales -como la española Iberdrola- operan negocios turbios, con el aval de la reforma energética de Peña Nieto, aprobada en 2013. “Como ejemplo: Enel Green Power, Iberdrola y Acciona. Resulta que en el país, de la totalidad de los permisos de generación eléctrica, 70% lo poseen en energías fósiles estas empresas que dicen ser limpias y que además se encuentran monopolizando, repito, este tipo de recursos naturales a nivel mundial y en México”, dijo Dacsina Peto Vonduben, directora de Inteligencia Energética de CFEnergía, empresa filial de la Comisión de Electricidad. Los funcionarios sostuvieron que dichas compañías se apropiaron de las mejores zonas para la explotación de recursos naturales, como sucede en el Istmo de Tehuantepec. Por ejemplo, de 24 proyectos instalados por particulares en esa región, 67% son sociedades de autoabasto, que revenden electricidad a otras empresas, mediante contratos simulados.
Proveen electricidad a empresas como Femsa, como Bimbo, que producen alimentos nocivos para la salud de los mexicanos, asociados a enfermedades como cáncer, diabetes y obesidad”, expuso Dacsina Peto.El Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, que agrupa a 57 firmas internacionales -como la petrolera británica Shell- trató de defenderse, afirmando que la nueva iniciativa presidencial de reforma, no propone inversiones suficientes en energías limpias. Se necesitará una bolsa de 123 mil millones de pesos para garantizar electricidad de fuentes renovables, alertó. La iniciativa de reforma eléctrica es un par de zapatos que le quedarían muy chicos a la economía mexicana”, dijo por su parte Alberto de la Fuente, director General de Shell México. Y continuó: “de aprobarse la reforma en sus términos, las emisiones contaminantes se incrementarían 14% al año”. Este argumento fue rebatido por quienes apoyan la iniciativa presidencial; la electricidad será considerad -destacaron- un derecho humano acorde a los objetivos de la agenda 2030.
Si el argumento de los privados fuera es que yo ya voy a venir a resolver, la pregunta es ¿por qué no lo han resuelto ya si has tenido la oportunidad?, entonces hoy voy a cambiar porque si me estas presionando”, agregó José Bernardo Rosas, director de Desarrollo e Innovación Tecnológica, CDMX.Y hay quienes como José Luis Luege Tamargo, exdirector de Conagua en el sexenio de Calderón, y exsecretario de Medio Ambiente con Vicente Fox, insisten en que la reforma de López Obrador apuesta sólo por fuentes fósiles. “El combustóleo que se está empleando en las termoeléctricas “chatarra”, perdónenme la expresión, mexicanas, dañan la salud de millones de personas y no pueden seguirse empleando”, comentó Luege Tamargo, presidente de Ciudad Posible.