La reina Isabel II mantuvo dos audiencias de manera virtual con los embajadores de Andorra y Chad, y anunció su regreso al Palacio de Buckingham, después de que la monarca de 95 años canceló sus compromisos la semana pasada tras contraer COVID-19. La salud de la monarca, que este año cumple siete décadas en el trono británico, provocó preocupación después de dar positivo a coronavirus el 20 de febrero, pero la Casa Real informó que la reina se sentía “bien” para reunirse de manera virtual con Carles Jordana Madero y Kedella Younous Hamidi, embajadores, respectivamente, del principado de Andorra y la República de Chad. La reina anunció la semana pasada encuentros similares con nuevos representantes diplomáticos por sufrir síntomas “leves” de COVID-19. El Palacio de Buckingham afirmó que no dará partes del estado de salud de la soberana, pero su regreso al trabajo se ve como un signo positivo. La reina, que se trasladó a Windsor al principio de la pandemia en marzo de 2020, sufrió hace unos meses un debilitamiento de su estado de salud y los médicos le recomendaron reducir su hasta entonces intensa actividad. La Casa Real británica fue acusada de falta de transparencia cuando en octubre se vio obligada por filtraciones en la prensa a confirmar que la soberana había pasado una noche en el hospital para someterse a “pruebas”.
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