Las tropas rusas continúan bombardeando distintos centros urbanos, lo que obligó a que más de un millón de personas se queden sin hogar, mientras que las rondas de negociaciones entre Rusia y Ucrania siguen este jueves.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, celebró la “heroica” resistencia de su pueblo y dijo que las tropas ucranianas causaron 9 mil bajas en las fuerzas rusas desde que comenzó el ataque. Cifra que contrasta con las 498 muertes informadas por Moscú, el cual efectuó por primera vez un reporte desde el 24 de febrero.
“Somos una nación que ha roto los planes del enemigo en una semana. Planes escritos desde hace años: pérfidos, llenos de odio hacia nuestro país”, expresó el mandatario ucraniano, quien prometió reconstruir su país, después de la guerra.
Este jueves, una delegación ucraniana llevar a cabo la segunda ronda de negociaciones con los rusos, tras el fracaso de un primer encuentro el lunes, que coincide con el reconocimiento por parte de Kiev de que perdió el control de Jersón, un estratégico puerto del mar Negro, en el sur del país.
El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió “el reconocimiento de la soberanía rusa de Crimea y la desmilitarización del estado ucraniano y la promesa de su estatuto neutro” como condiciones preliminares a una resolución del conflicto.
Un millón de refugiados
Cientos de civiles ucranianos fallecieron desde el lanzamiento de la invasión, la cual será investigada por el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de guerra, después de repetidas acusaciones de Kiev de bombardeos contra zonas residenciales.
Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) actualizó sus cifras de desplazados e informó que más de un millón de personas huyeron de Ucrania, las cuales cruzaron a Polonia, países occidentales.
Consecuencias del ataque
Luego del ataque, los principales bancos del sistema de transferencias internacional SWIFT y el Banco Mundial suspendió todos sus programas de ayuda en Rusia y Bielorrusia y Rusia tiene bloqueado un enorme espacio aéreo que incluye toda la UE, Estados Unidos y Canadá.
Mientras que el Comité Paralímpico Internacional revirtió su decisión de la víspera y vetó la participación de los atletas rusos y bielorrusos en Pekín y en la Asamblea General de la ONU se definió exigir a Rusia la retirada de sus tropas de Ucrania y “deplorar” su invasión.
“Guerra nuclear”
Por otra parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, acusó a los países occidentales de considerar una “guerra nuclear” y negó que este tipo de armas forme parte del plan ruso.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, advirtió que el “masivo impacto de la invasión rusa sobre millones de ucranianos y la amenaza nuclear que hace pensar sobre el conjunto de la humanidad”, por ello la política de seguridad en Europa y la Organización del Tratado del Atlántico Norte ha reforzado el flanco del este.
Asimismo, Alemania, que realizó un giro histórico con un fuerte aumento de su presupuesto militar, anunció una ayuda adicional para el gobierno de Kiev de 2 mil 700 misiles antiaéreos y el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que “la guerra en Europa ya no es algo de los libros” y dijo que eligió “seguir en contacto” con el presidente ruso.
Pese a las advertencias y la represión, miles de personas se manifestaron el miércoles contra la guerra en Moscú y San Petersburgo y en otras ciudades rusas.
“No me podía quedar en casa. Esta guerra había que pararla”, contó a un estudiante de 21 años.