Una luz de esperanza en la salud resiste en Kiev:
Es el Hospital Infantil, el más sofisticado del país, que bajo extremas condiciones sigue recibiendo pacientes.
En las últimas horas ingresaron nueve infantes heridos por los cohetes. Lamentablemente, dos fallecieron.
Durante tiempos normales, tenemos alrededor de 600 pacientes. Ahora solo tenemos unos 200. Y aquí están los que no pueden quedarse en casa sin nuestro servicio médico”, expuso Volodímir Zhovnir, director del Hospital Infantil “Ohmatdyt” de Kiev, Ucrania.
Los menores de edad con mejor condición de salud fueron trasladados a otras regiones de Ucrania y Polonia.
“Tenemos muchos pacientes que no podemos trasladar a otro hospital, es muy duro. A algunos, los trasladamos al oeste de Ucrania”, agregó Pavlo Plavskyy, cirujano.
Sin embargo, los más delicados, quienes tienen cáncer, males cardiacos u otras enfermedades, permanecen internados en los sótanos del hospital, donde se improvisaron quirófanos, así como las camas para recibir suero, oxígeno y medicamentos.
“Hay bombardeos constantes y las sirenas de ataque aéreo están encendidas. Así que debemos ir al sótano, donde también se recibe tratamiento”, dijo Marina, madre de niña enferma.
El hospital requiere de forma urgente ayuda para mantener a los recién nacidos y a los enfermos.
“Recibimos todos los medicamentos, aunque nos estamos quedando sin alimentos. Los fondos de caridad prometieron traer algunos. Estamos esperando que vengan a traernos pan, lo básico y algún jugo para los niños”, agregó Marina.
La Convención de Ginebra prohíbe atacar hospitales, escuelas y otros blancos civiles, pero en Ucrania este no ha sido el caso.