Por primera vez, una mexicana es parte de las 10 finalistas del Global Teacher Prize, un prestigioso premio conocido también como el “Nobel de la Educación”.
Se trata de Diana Lorena Rubio Navarro, docente e investigadora en el CBTIS 118, de la Dirección General de Educación Tecnológica, Industrial y de Servicios (DGETIS), en Querétaro.
El premio se otorga anualmente a docentes excepcionales, quienes han realizado una contribución sobresaliente a su profesión.
Me siento muy afortunada de ser pre seleccionada junto a tantos maestros inspiradores de muchas partes del mundo, con distintos contextos, pero sobretodo con la convicción de generar y transformar un cambio a través de la educación”, comparte la doctora Diana Rubio en entrevista exclusiva con Once Noticias.
El orgullo es evidente. Para ella esta nominación tiene un fuerte impacto en su vida personal pero también en su quehacer docente, porque señala que es el resultado de la suma de acciones diarias y voluntades en las que no sólo se involucra su acción individual, sino la de sus estudiantes, colegas, directivos, de la iniciativa privada y de organizaciones civiles a nivel local e internacional.
La ciencia y las mujeres
Para la investigadora la ciencia todavía es un tema pendiente con las mujeres, niñas y las adolescentes del país.
A nivel internacional, de las personas que se dedican a hacer ciencia, sólo 30% son mujeres. De ese porcentaje no todas están como investigadoras titulares. Hay una deuda importante con las niñas y adolescentes en el sentido de que ellas sepan que tienen las competencias necesarias para hacer investigación. Cuando las chicas eligen una carrera lo hacen asociadas a los estereotipos, pero elegir una carrera no tendría que estar limitado por el rol de género”, enfatizó la investigadora.
Y es que en México según datos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), hasta 2018, alrededor de 37% de investigadoras que pertenecían al SNI son mujeres. Además, el campo de las ciencias o las ingenierías, pese a que comienzan a presentar altos índices de mujeres que eligen estudiarlas, en su mayoría son hombres.
Hasta el año pasado, según datos de la UNESCO, sólo 30% de las mujeres elige estudiar alguna carrera relacionada a la ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (STEM) a nivel mundial. En México, la proporción es de 1 de cada 20 niñas, frente a 4 de cada 20 niños.
Lamentó que persisten creencias culturales que pueden obstaculizar a las niñas o adolescentes, por ejemplo, creer que no son lo suficientemente inteligentes para dedicarse a estas disciplinas, “y la verdad es que no hay nada más absurdo que eso”, dijo.
La finalista relató en la entrevista que es una responsabilidad colectiva generar todas las competencias del Siglo XXI, en las niñas y adolescentes.
“Hay muchos retos como mujeres que tenemos que seguir enfrentando, pero uno de los retos es que ellas se acerquen a conceptos de ingeniera, matemática y ciencia en etapas tempranas para que de forma lúdica y divertida se genere curiosidad, para que ellas se enganchen y no pierden interés”.
La docente dijo que la etapa de la educación básica, principalmente la secundaria, es fundamental porque es ahí cuando las y los adolescentes suelen perder interés en las ciencias.
“Necesitamos incrementar el número de mujeres en ciencia, no sólo por el número en sí, sino porque la perspectiva de las mujeres tiene que estar implícita para resolver los problemas de la sociedad a través de las ciencias”, exhorta.
La pandemia y la docencia: los retos
Para la investigadora la pandemia aceleró muchas cosas que ya se venían haciendo. Consideró que abrió posibilidades de conectar la práctica docente con experiencias de otros países; pero también develó enormes retos en el país. Uno de ellos fue la oportunidad de poner a prueba la creación de contenido atractivo para los y las jóvenes.
Los y las adolescentes necesitan contactos con otros para desarrollar su identidad. Con la pandemia eso fue frenado, pero hemos tratado de acercarlos a sus contenidos de manera más amigable y asequible, utilizar elementos de sus contextos para engancharlos (…) Un punto positivo fue la posibilidad del acceso a recursos abiertos, además de compartir experiencias a distancia con otros planteles en la entidad, en otros estados, en otros países”, asegura.
Lamentó que no todos los estudiantes tienen acceso a tecnologías o dispositivos, pero reconoció que los docentes han creado estrategias para hacer frente y darles seguimiento, “porque México es muchos Méxicos”.
La finalista del Global Teacher Prize dijo que se siente “muy comprometida con ser inspiración con nuestros estudiantes […] que sepan que estamos aquí que la educación está al servicio de ellos, […] para hacer realidad esos sueños y que descubran sus talentos, que se puedan desarrollar sus competencias y puedan integrarse a la sociedad como ciudadanos responsables”, concluyó.
El próximo 10 de noviembre se dará a conocer a la persona ganadora de este premio.