Salud

Importancia de llevar un control prenatal

Mantener un chequeo médico constante durante el embarazo, garantiza tanto la salud de la madre como la del bebé

La importancia de que lleves tu control prenatal, incluso si es un embarazo saludable, radica en lograr que el embarazo evolucione y que ambos tengan un excelente estado de salud, y así podrás garantizar que la llegada de tu bebé se dé en las mejores condiciones posibles; además, tanto tú, como tu ginecólogo integran información sobre el desarrollo de ambos, lo que puede servir para prevenir alguna complicación.

Factores de riesgo previo al embarazo

Enfermedades: Autoinmunes, Renales, Hipertensión, Diabetes, Tiroides, Transmisión sexual Edad: Ser adolescente En nuestro país 23% de los adolescentes inician su vida sexual entre los 12 y 19 años de edad. De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Población comienza a una edad promedio de 15.5 años, y estadísticas del Instituto Nacional de Perinatología indican que sucede a los 14.6 años, en promedio. A tempanada edad, los embarazos hay mayor probabilidad de desarrollar enfermedades que pueden poner en riesgo la vida, por ejemplo, preeclampsia, parto pretérmino, diabetes gestacional o eclampsia. Por ello, “debe ser una estrategia disminuirlos, sobre todo para mejorar la salud de la mujer y disminuir la mortalidad materna”. Al ser las principales causas directas de muerte materna, complicaciones en el embarazo, el parto y el puerperio, como hemorragias, infecciones (septicemia), trastornos hipertensivos de la gestación, parto obstruido, entre otros, así como las complicaciones de un aborto peligroso, la Secretaría de Salud, exhorta a las mujeres embarazadas, a mantener chequeos constantes con su médico, y con ello garantizar tanto la salud de la madre como la del bebé. El control prenatal desde una etapa temprana permite identificar a las pacientes con mayor riesgo obstétrico y perinatal, además de contribuir a conductas saludables durante el embarazo.

Factores de riesgo durante el embarazo

Estilo de vida: Alimentación deficiente, Consumo de alcohol, tabaco u otras drogas, No realizarse chequeos médicos. Condiciones: Embarazo múltiple, Hipertensión, Convulsiones, Diabetes, Infecciones, Mucho o poco líquido amniótico, Forma uterina anormal / mioma, Mal funcionamiento de la placenta. Algunos estudios incluso deducen que los hijos nacidos de madres sin control prenatal tienen tres veces más riesgo de nacer con peso bajo y otras afecciones. Además de los cuidados médicos, muchas veces el control prenatal puede incluir educación, soporte emocional y preparación para el parto. Objetivos del cuidado prenatal:
  • Elaborar e integrar cuidadosamente el expediente clínico completo.
  • Vigilar el crecimiento del feto durante todo el embarazo.
  • Identificar señales que puedan indicar un embarazo de alto riesgo.
  • Ajustar las necesidades nutricionales tanto de la madre como del feto, a lo largo del embarazo y después del parto.
  • Diseñar un plan de actividades acorde a cada etapa del embarazo que beneficie tanto a la madre como al bebé, para lograr un parto sin dolor.
  • Reducir el riesgo de complicaciones tales como el parto prematuro.
Síntomas de un parto prematuro La detección de signos anormales durante el embarazo debe ser motivo de urgencia para la futura mamá. Un médico obstetra, especialista en el embarazo, analizará la sintomatología para identificar si hay riesgo de un parto prematuro.
  • Sangrados y/o cólicos en el abdomen
  • Contracciones uterinas
  • Líquido amniótico en vagina o piernas
  • Sangrado vaginal
El primer trimestre se comenzará a tomar decisiones importantes al evaluar el estado de salud de la madre para lograr un desarrollo adecuado del bebé. El segundo trimestre, los cuidados y estudios irán orientados en conocer posibles enfermedades congénitas, sexo y estado de salud en general del bebé para descartar o identificar posibles factores de riesgo. Durante el tercer y último trimestre, lo fundamental será el estado de salud general de ambos, haciendo hincapié en los cuidados pediátricos del recién nacido Se recomienda reservar la práctica de la cesárea, cuando existan factores de riesgo y ésta sea la mejor opción o la única viable, para resolver complicaciones del parto vaginal y mantener el bienestar fetal, pues el parto es un proceso fisiológico normal y saludable en la vida de la mujer. La cesárea es una operación quirúrgica, mediante la cual el ginecólogo extrae al bebé del útero sin que éste tenga que pasar por el canal de parto, y la recuperación es más lenta. En el parto normal existe menos riesgo para la madre. Pierde la mitad de sangre que en un parto por cesárea y las posibilidades de infección uterina son menores, además, mantiene los niveles adecuados de azúcar en sangre y ayuda a que la placenta reciba más oxígeno, y a que el tiempo de recuperación sea más rápido, por lo que podrá estar con su bebé de forma inmediata, ayudando a crear el vínculo entre madre e hijo. Los beneficios del parto natural para el bebé, son el hecho de que, al pasar por el canal del parto, se impregna de todas las bacterias de su madre y éstas le ayudarán a fortalecer su sistema inmunitario. Durante el parto normal, el bebé arroja todo el líquido de los pulmones, recibe una mayor oxigenación y genera hormonas como la adrenalina, que le mantendrán en estado de alerta en sus primeras horas de vida, además de aportarle energía, calor y ayudarle a la hora de iniciar la lactancia.

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