Invertir en diferentes empresas se ha vuelto una actividad más sencilla y al alcance de cualquiera que tenga apenas 250 pesos. Existen diversas plataformas desde las cuales puedes elegir invertir en diferentes proyectos con un bajo capital.
De acuerdo con Fundary y GBM+ en Estados Unidos más de 50% de la población tiene una cuenta en una casa de bolsa; mientras que en México únicamente 2% de los adultos la tienen, por lo que las plataformas de crowdfunding o inversiones se ha vuelto una solución accesible.
“En la actualidad, la apertura para invertir a través de plataformas tecnológicas es muy grande. Hacer crecer el patrimonio de cualquier persona es una función con la que la industria fintech se distingue de los modelos tradicionales […] Hemos aprovechado la tecnología de datos avanzada y la penetración de las tecnologías móviles para desarrollar una app con la que ayudamos a cualquier persona a entrar al mundo de las inversiones y el fondeo colectivo”, señala Marcelo de Fuentes, CEO de Fundary.
Ésta se trata de una opción para invertir, y así como hay otras similares, cuenta con app móvil desde donde los interesados pueden acceder a un portafolio de empresas con gran potencial a las que podrás financiar con un mínimo de 250 pesos mexicanos y ofrece rendimientos de hasta 24% anual, superiores a la oferta de la banca convencional.
En tanto, los negocios también tienen la opción de meter sus empresas para que inviertan en ellas. Desde la app es posible acceder a opciones de crédito simple desde 30 días hasta 24 meses pagando de manera catorcenal o mensual, donde podrás pedir desde 50 mil hasta 10 millones de pesos, con un tiempo de respuesta de cinco minutos, para conocer la salud financiera de tu empresa a través del IQ Fundary y la preaprobación del crédito que solicitas.
Otro ejemplo de crowdfunding es la plataforma Briq.mx, desde la cual los interesados pueden invertir su capital en proyectos de bienes raíces desde mil pesos.
Está plataforma elige proyectos inmobiliarios viables y de calidad, los que publica en su plataforma para que las personas interesadas inviertan en ellos.
“Juntamos el capital de muchas personas. Juntando la inversión de mucha gente como tú, se reúne el monto que el proyecto requiere y se invierte Quienes participan pueden tener ganancias que antes sólo estaban al alcance de inversionistas con mucho dinero. Para nosotros lo más importante es la calidad de los proyectos y la confianza, lo cual logramos a través de características únicas en nuestra operación y principios éticos”, asegura la plataforma en línea.
De acuerdo con el banco BBVA, el crowdfunding es una buena oportunidad de ayudar a emprendedores y en algunos casos, de obtener ganancias. Sin embargo, quienes quieren invertir su dinero de esta forma deben seguir algunos consejos que a continuación enumera dicha institución financiera.
- El crowdfunding es una práctica legítima. El hacer uso de páginas que están destinadas a este fin proporciona confianza; pero aun así, pueden existir algunos inconvenientes.
- No es raro ver que haya proyectos que no se terminen en el tiempo estipulado. Pero hay otros que nunca se completan, y esos son los que hay que evitar a toda costa.
- Otro problema frecuente es la información falsa o confusa que brindan algunos empresarios sobre el rendimiento proyectado del producto y las recompensas. No siempre coinciden con lo recibido.
- Averigua si el creador del proyecto ha realizado otros productos previamente y si ha recurrido a la financiación por medio de crowdfunding. Cuando realices esa búsqueda, utiliza palabras tales como “queja” o “scam” para localizar cualquier tipo de reseña negativa.
- Si ves publicaciones por las redes sociales, consulta a tus contactos para saber si ellos conocen al recaudador o si saben sobre la existencia de una causa real. Verifica que el enlace del post sea correcto. Si el hipervínculo no te direcciona a plataformas de crowdfunding oficiales, evita depositar tu dinero.
- Cualquier persona puede crear imágenes falsas o tomarlas de Internet. Incluso pueden brindarte fotografías en tres dimensiones fácilmente confundibles con un producto terminado. Es tu derecho pedir que te muestren un prototipo físico terminado. Una alternativa puede ser solicitar un video para comprobar que el producto es real.