Everglades, joya natural de Florida en peligro por el cambio climático
A Umberto Gimenez le gusta hablar con los caimanes. Les pone apodos como “Sonrisa” o “Mamá Caimán” y ríe al recordar sus travesuras.
Este capitán de hidrodeslizador encontró su paraíso en el Parque Nacional de los Everglades, en Florida, una joya natural en riesgo por el cambio climático.
El humedal más extenso de Estados Unidos, es escenario de uno de los mayores esfuerzos de rehabilitación ecológica del mundo.
Pero el tiempo apremia y el calentamiento global pone en peligro un ecosistema subtropical en el que conviven más de 2 mil especies de animales y plantas.
La primera amenaza viene del mar.
Los Everglades, como todo el sur de Florida, son casi llanos, lo que los hace muy vulnerables ante la subida del nivel de los océanos, una de las mayores consecuencias del alza de las temperaturas.
La entrada de agua salada en el humedal puede tener efectos nefastos.
La región almacena y filtra el agua de la que dependen nueve de los cerca de 21 millones de floridanos.
Cuando la sal penetra en ellos, los acuíferos pueden darse casi por perdidos.
Al problema del suministro, se añade el riesgo de que el agua del mar acabe con hábitats claves para el equilibrio de la fauna y la flora de la zona.
También preocupan la intensificación de las sequías y la reducción de las precipitaciones, otras consecuencias del cambio climático.
Al tratarse de una gran turbera que ha acumulado materia orgánica con el paso del tiempo, este ecosistema ha secuestrado enormes cantidades de carbono” en sus suelos, explica Steve Davis, jefe científico de la Fundación Everglades.
Pero la falta de agua en esas tierras no sólo acaba con la captura de carbono, sino que provoca la liberación en el aire del que estaba almacenado bajo tierra.
Un desastre climático por partida doble.