Las autoridades de Sri Lanka decretaron este sábado un toque de queda de 36 horas y desplegaron tropas armadas con amplias facultades para detener sospechosos y frenar la escalada de manifestaciones por la crisis económica que sufre el país.
El toque de queda estará vigente hasta el lunes por la mañana, es decir, desde antes y después de manifestaciones previstas para el domingo.
El presidente Gotabaya Rajapaksa justificó su decisión por la necesidad de “protección del orden público y mantenimiento de los servicios esenciales en la vida de la comunidad”, mientras la población padece por la escasez de alimentos, combustible y medicamentos.
Soldados equipados con armas automáticas fueron desplegados para controlar a las muchedumbres que también exigen la salida de Rajapaksa.